Harry nunca había ido a ningún tipo de mercado y, hasta que Hagrid lo llevó aquel primer día al callejón Diagon, tampoco había hecho nunca ningún tipo de compra. Su tía nunca le habría confiado el dinero, así que ir de compras era una de las tareas a las que Harry nunca se había sometido.
Estaban en una calle lateral de Petticoat Lane en el Londres muggle, la calle lateral oculta a los ojos de los muggles. Desgraciadamente, no eran invisibles para los tenderos magos, que miraban atónitos a Harry con su nueva túnica de aprendiz, pero al ver quién era su Maestro, no se molestaron en comentarlo. Era bueno tener un Maestro con reputación de reducir a los demás; Harry no tenía que preocuparse de ser abordado por extraños en la calle cuando Severus estaba con él.
Severus se detuvo ante un puesto con cajas de hierbas y plantas aromáticas. Ninguna de ellas tenía nombre; algunas Harry las reconocía de vista, como el perejil y la salvia, pero otras eran un misterio para él. Los Dursley nunca habían sido partidarios de utilizar nada más exótico que el perejil en las comidas que hacían cocinar a Harry.
Mientras Severus examinaba las plantas, cogiendo cada una de ellas por turnos antes de olerlas y dejarlas de nuevo en su lugar, la mujer que estaba detrás del puesto empezó a sudar. Severus tenía ese efecto en la gente.
-Está todo muy fresco, señor. Recogido esta mañana-, balbuceó nerviosa.
-¿Y también recogiste los pétalos de valeriana esta mañana?- Severus tenía una selección de pétalos blancos y rojos en la mano.
-Sí, señor-.
Dejó caer los pétalos de nuevo en sus cajas. -Entonces estos son inútiles para mí. Los pétalos de valeriana son mejores cuando se recogen durante la luna nueva, no la llena-.
-Oh, no sabía eso-.
-¡Un Hufflepuff de primer año lo habría sabido!- espetó Severus; sus palabras eran mordaces y la mujer parecía a punto de romper a llorar en cualquier momento. Harry se sintió mal por ella, pero al mismo tiempo se alegró de que Severus no le hablara así. Al menos no todavía... porque una vez que hubieran recogido sus provisiones Harry iba a tener su primera lección oficial.
Severus no había mencionado nada más sobre Bill hoy, pero el conocimiento estaba ahí entre ellos, como una pequeña piedra en un zapato que gradualmente se sentiría más y más como una roca cuanto más tiempo permaneciera allí. Harry no había querido que Bill lo besara; de hecho, le había chocado un poco. Bill nunca había hecho algo así. ¿Y qué hay de Fleur? ¿No se suponía que iban a casarse?.
¿El olor de Harry era realmente tan diferente ahora? ¿Significaba eso que Bill ahora sabía lo que era Harry? Y si Bill lo sabía, ¿significaba que Remus también lo sabría si se acercaba lo suficiente a Harry para olerlo? No parecía probable en este momento, pues Harry no tenía ni idea de dónde estaba Remus y sabía que Severus no era la persona a la que preguntar.
Puede que hayan trabajado juntos a regañadientes durante la guerra, pero Harry sabía que los dos no se llevaban nada bien.
-Ven, Harry. Lo intentaremos en otro lugar esta mañana-.
-Sí, señor-. Harry tuvo que correr un poco para seguir el ritmo de las grandes zancadas de Severus cuando se aventuró a adentrarse en el mercado. El mercado en sí era un laberinto de puestos y callejones, a pesar de parecer sólo un pequeño callejón de la calle muggle. Aunque todavía era temprano, apenas pasado el amanecer, el mercado estaba abarrotado de gente y a Harry le resultaba difícil abrirse paso entre la multitud.
Unos minutos después de salir del puesto de hierbas, había perdido a Severus entre la multitud de gente. Había muchos magos y brujas con capas negras; ¿por qué, por qué no podía Severus llevar un color diferente esta mañana? Respirando hondo, Harry se abrió paso entre la multitud de desconocidos, esperando que nadie lo reconociera e intentara iniciar una conversación.
ESTÁS LEYENDO
APPRENTICED TO LOVE
FanfictionSeis meses después del final de la guerra, Harry Potter aparece en la botica de Snape para rogar por un trabajo. Ambos obtienen más de lo que esperaban. ---------------------------------------- Autor Original: Eriador117 Por el placer de dar a conoc...