Severus observó el trabajo de Harry en silencio; ésta era su primera prueba. La poción calmante era una poción bastante fácil de preparar incluso para los alumnos del colegio. Sin embargo, a diferencia de ellos, Harry no tenía notas ni lista de ingredientes. Lo único que tenía era el recuerdo de la lección de Severus de unas semanas antes. Era importante en el aprendizaje del Dominio de las Pociones que el pocionista tuviera buen instinto además de buena memoria y no dependiera de las notas. No es que el propio Severus no usara apuntes a veces, pero durante los exámenes de Harry para su Maestría sólo se tendría a sí mismo para confiar y Severus quería que adquiriera ese hábito lo antes posible.
El rostro de Harry era una máscara de concentración mientras cortaba y preparaba sus ingredientes. Una vez que Severus le había dicho el nombre de la poción de hoy, Harry había ido directamente al armario de la tienda para coger todo lo que necesitaría. Severus observó con aprobación que Harry había optado por el caldero de plata en lugar del de peltre, ya que la bilis de armadillo reaccionaría mal con el peltre. Harry también cogió un juego de cuchillos de plata, además del de acero inoxidable, para los ingredientes menos reactivos.
Una vez que Harry tuvo todo adquirido a su satisfacción, colocó todos los ingredientes en su mesa de trabajo en el orden en que los añadiría al caldero. Mientras Harry comenzaba a picar y cortar, su lengua asomaba entre los labios mientras se concentraba. Severus trató de no dejar que su mirada se detuviera en esa lengua o en esos labios suaves y rosados, pero fue imposible. Sus ojos eran atraídos una y otra vez. Había algo intrínsecamente sexy en el hecho de lamerse los labios; aunque Severus sabía que Harry no pretendía nada sexual con ello. Los labios de Harry brillaban con saliva, como si lo acabaran de besar y Severus sintió que se le ponía duro en los pantalones.
Severus apartó la mirada y tuvo que seguir recordándose a sí mismo que se trataba de Harry, su aprendiz y básicamente bajo su cuidado. Harry ya tenía suficientes problemas de confianza como para descubrir que Severus tenía pensamientos lujuriosos hacia él. O quizá hacía demasiado tiempo que Severus no sentía el placer de un cuerpo cálido junto al suyo si estaba empezando a tener fantasías con su aprendiz.
Hmm, tal vez era el momento de hacer una visita al establecimiento de Madam Carus una vez más. Madam Carus atendía a la clientela más exigente y era muy discreta. Sus jóvenes no eran simples cortesanos, sino virtuosos entrenados desde la edad adulta para ser lo que sus clientes desearan. Se ofrecía sexo, pero no era lo único. Se ofrecía compañía, acompañantes para actos públicos, logros musicales y conversación inteligente... a un precio, por supuesto. Todos ellos eran expertos en su oficio y Severus sintió que su ingle se tensaba aún más en la anticipación. Sí, tendría que concertar una cita pronto.
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Esa noche le tocó a Severus cocinar la cena; se turnaron, pues como Severus le había dicho una vez a Harry, no esperaba que el joven fuera un elfo doméstico. Sin embargo, el hecho era que Harry era mucho mejor cocinero, pero ni una sola vez menospreció los escasos esfuerzos de Severus. Severus no lo entendía; preparaba las pociones más complejas con facilidad, pero si le mostraban un libro de recetas y un horno, solía ser un desastre sin paliativos. Esta noche había optado por su alimento básico habitual, el estofado de carne, y esta vez no se había quemado demasiado.
Harry puso la mesa con los platos, los cubiertos y los vasos, además de coger la jarra de zumo de calabaza del armario frío. Hizo esa tarea con la misma concentración que mostró antes en el laboratorio de pociones y se aseguró de que todas las cucharas, cuchillos y vasos estuvieran perfectamente alineados. Severus sintió que su mirada se oscurecía al considerar cómo le habían enseñado a Harry esas cosas: en las puntas de los puños de los Dursley. Ya era hora de que Harry hablara de algunas de estas cosas y, si se negaba a ir a Madam Pomfrey, entonces sería Severus quien tendría que intentar ayudarle. Sin embargo, Severus no estaba seguro de poder ayudar. Poppy había sido entrenada en este tipo de cosas; Severus sólo estaba tocando de oído.
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APPRENTICED TO LOVE
FanfictionSeis meses después del final de la guerra, Harry Potter aparece en la botica de Snape para rogar por un trabajo. Ambos obtienen más de lo que esperaban. ---------------------------------------- Autor Original: Eriador117 Por el placer de dar a conoc...