Ron tuvo que sujetar tanto a Hermione como a Harry, ya que era el único que conocía el camino hacia las Doncellas Danzantes. Harry respiró hondo, ya que las náuseas estaban empezando incluso antes del extraño apretón de la Aparición. Tropezando en un desordenado desparramo de miembros cuando llegaron, Harry se dio cuenta rápidamente de que tanto Ron como Hermione se habían mantenido en pie. A Harry le daba vueltas la cabeza, el estómago le daba vueltas y por mucho que no quisiera mostrarse tan indigno delante de sus amigos, era una tarea infructuosa. Vomitó sobre la hierba, con la garganta y el abdomen doloridos por el esfuerzo. Se cortó la palma de la mano con una piedra afilada cerca de donde estaba arrodillado, pero como no había mucha sangre, Harry no pensó mucho más en ello. Le dolía un poco, pero se había sentido peor.
-¡Merlín, Harry!-, exclamó Ron. -¿Todavía te mareas en los viajes? Creí que se te pasaría-.
-¿Estás bien?- Hermione se arrodilló en la hierba junto a él después de haber desterrado el vómito con un movimiento de su varita y le entregó a Harry un pañuelo limpio.
-Sí, estaré bien en un minuto. Odio aparecer-. Harry se limpió la boca, pero no le devolvió el pañuelo a Hermione; sabía que ella no lo querría con su vómito por todas partes... no hasta que lo hubiera limpiado bien, al menos. Los encantos de limpieza no eran tan eficaces con la sangre y el vómito.
-Era la forma más rápida de llegar aquí-, dijo Ron, mientras su mirada se dirigía a la colina, al anillo de piedras que se encontraba en la cima. La noche estaba nublada, así que había muy poca luz de la luna, pero en la colina había tres orbes de luz flotantes que iluminaban muy bien la escena.
Harry se levantó con un poco de ayuda de Ron y los tres corrieron hacia la colina. Ron y Hermione se detuvieron en un hueco entre las piedras, pero los pies de Harry lo impulsaron hacia adelante en respuesta a lo que había visto tres figuras; dos de pie y una tendida en el suelo. Remus y Bill eran las dos figuras que estaban de pie, y la figura de túnica negra en el suelo debía ser... -¡SEVERUS!- rugió Harry mientras se hundía junto a él.
La túnica de Severus estaba desgarrada como los colgajos de un lienzo arrancado de un cuadro y tenía ronchas ensangrentadas por todos los brazos y las piernas. Su brazo izquierdo parecía haber sido pintado de color carmesí la sangre lo cubría desde el codo hasta los dedos. A unos metros de Severus estaba la forma inmóvil de Fenrir Greyback. Una forma muy inmóvil.
-¿Está muerto?- preguntó Harry a nadie en particular.
Remus y Bill asintieron. -Los aurores llegarán en breve para ocuparse del cuerpo-, le dijo Bill.
Harry volvió a centrar su atención en Severus, tratando de discernir dónde estaba herido y por qué había tanta sangre.
-Estoy bien, Harry. Sólo son unos rasguños-, dijo Severus mientras se esforzaba por incorporarse.
-¿No te ha mordido?- preguntó Harry, con la mirada fija en Bill y Remus.
-No. Sólo fueron hechizos. Nunca tuvo la oportunidad de morderme-.
Harry extendió la mano para ayudar a Severus a levantarse. Al tocarse, un resplandor azul se instaló alrededor de sus manos unidas y un calor se extendió por todo el cuerpo de Harry.
-¡Harry, no!- gritó Remus y apartó a Harry de Severus, tirando de la mano de Harry hacia la suya. -¡Estás sangrando!-.
Harry se encogió de hombros para librarse del agarre de Remus. -¿Qué demonios estás haciendo?-.
-Era un duelo de hombres lobo, Harry-, explicó Bill. -Como eres la pareja disputada, si compartes sangre con cualquiera de los combatientes, significará que lo eliges como pareja-. Harry volvió a mirar de Bill a Remus a la luz de sus varitas. Su mano seguía brillando de color azul y tenía una pequeña mancha de sangre en la palma de la mano por el corte anterior.
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APPRENTICED TO LOVE
FanfictionSeis meses después del final de la guerra, Harry Potter aparece en la botica de Snape para rogar por un trabajo. Ambos obtienen más de lo que esperaban. ---------------------------------------- Autor Original: Eriador117 Por el placer de dar a conoc...