Capítulo 18

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-Merlín, Harry, todos sabíamos que Malfoy estaba loco, pero ¿hacerte esto? ¿Qué clase de animal es?-.

Ron estaba sentado en la cama de Harry, Hermione estaba sentada en la silla del escritorio de Harry y éste estaba de pie mientras les contaba a sus dos mejores amigos lo que le había pasado en las mazmorras de Malfoy.

-¿Pero por qué te cambiaría así? Y dándote feromonas de lobo, ¿por qué haría eso?-. Los ojos de Ron se arrugaron en las esquinas mientras trataba de concentrarse.

Hermione estaba muy callada y Harry se preguntó si finalmente habían descubierto algo que le resultaba tan extraño que la había dejado muda. Al menos Ron no parecía pensar que Harry hubiera cambiado; no el Harry de dentro.

-Tengo una teoría al respecto-, dijo Hermione. -¿Quién estuvo muy cerca de Malfoy y de los mortífagos?-.

-No te referirás a Greyback, ¿verdad?-, preguntó Ron, con la cara tan pálida que sus pecas casi desaparecieron.

-¿A quién más? Lucius Malfoy era un bastardo sádico-, dijo Hermione, sorprendiendo a los dos. Harry no recordaba si alguna vez la había oído decir palabrotas. -Le habría divertido mucho sentarse y ver cómo Fenrir Greyback atacaba a Harry-.

-Me violaba, querrás decir-, dijo Harry mientras se hundía en su cama junto a Ron. Podía imaginar que Malfoy no tendría ningún reparo en hacer eso. -Y para eso también quería que me cambiara, ¿no es así? Quería que me quedara embarazada de Greyback y tuviera un bebé lobo-.

-Sí, habría sido una forma de desacreditarte ante el público-, dijo Hermione. -Insinuando que habías tenido relaciones con hombres lobo. La gente se habría asustado. Pero no fue así, Harry. Ahora estás a salvo-.

Harry no se molestó en contradecirla, pero en su corazón sabía que no era cierto. No había forma de revertir su olor; siempre sería presa de cualquier hombre lobo que no pudiera controlarse.

-¿Así que los dos estan de acuerdo con que sea... ya sabes... diferente ahora?-. Harry apenas podía creer que estuvieran siendo tan comprensivos al respecto. A Hermione nunca le sorprendieron muchas cosas; tal vez fuera por toda esa lectura.

-Harry, amigo, sigues siendo tú-, dijo Ron, pasándose los dedos por el pelo. -Sigues siendo mi mejor amigo, aunque tengas algún equipo extra ahí abajo. ¿Era raro? ¿Cómo te sentiste cuando lo conseguiste por primera vez?-.

-¡Ron!- regañó Hermione. -¡No seas tan grosero! No puedes preguntarle eso!-.

-Está bien, Hermione, ahora no me importa hablar de ello. Me estoy acostumbrando, creo-.

-¿Entonces esto significa que puedes tener hijos?- preguntó Hermione, con una mirada pensativa.

-Supongo que sí, la verdad es que nunca había pensado en ello. Todavía estaba en estado de shock por un tiempo-.

-Es comprensible-, dijo Ron. -Y Snape, ¿sabe de esto?-.

Harry no pudo sofocar su sonrojo lo suficientemente rápido y Hermione sonrió como si acabara de resolver algo.

-Era él, ¿no?; de quien hablabas en tu carta-.

-Um-, comenzó Harry pero no se le ocurrió qué más decir.

-¿Qué carta?- preguntó Ron. -¿Y qué pasa con Snape?-.

-Bueno, estamos... el Maestro Snape y yo... como que vamos a salir juntos. Bueno, en realidad aún no hemos salido juntos, nuestra primera cita es el domingo-.

Ron se quedó boquiabierto como una trucha pescada, mirando primero a Hermione y luego a Harry. -¿Así que al final vas a hacer lo del contrato tradicional? Pero Harry, ¿qué pasará cuando pasen los cinco años? ¿Quién más te va a querer si sabe que has estado con él?-.

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