-¿Un poco de champán, Harry?- preguntó Hermione mientras agitaba una flauta de cristal frente a él.
Harry negó con la cabeza y levantó la copa que ya tenía. -No, el zumo de calabaza está bien para mí-. Aunque no hubiera estado embarazado, Harry no era muy bebedor. Recordaba demasiado bien a su tío en sus borracheras y el alcohol le atraía poco.
Los gemelos se habían superado para la fiesta de celebración. Fuegos artificiales en el interior, suficiente comida y bebida para el resto del año, pero Harry no tenía muchas ganas de celebrar. No todavía, no cuando Severus no había regresado. Oh, Harry sabía a dónde había ido, eso era obvio. Harry sabía lo posesivo y protector que era Severus con él, sobre todo ahora que estaba embarazado. Severus había ido a ver a Narcissa Malfoy y a averiguar lo que sabía. Pero, ¿por qué tardaba tanto?.
A medianoche, Harry empezaba a estar realmente preocupado, no sólo curioso. ¿Había sido una trampa? ¿Era Narcissa Malfoy una simpatizante de los mortífagos todo el tiempo?.
Justo cuando estaba a punto de renunciar a la fiesta e ir a la caza de Severus, el timbre de la puerta tintineó, recordando a Harry cómo había buscado a Severus por primera vez hacía ya casi un año. Harry miró a su alrededor y se sintió aliviado al ver a su marido de pie. Los copos de nieve yacían dispersos en el pelo de Severus y en los hombros de su capa, como la sal esparcida sobre un filete carbonizado. El frío había sonrojado las mejillas de Severus y sonrió en cuanto vio a Harry en el asiento de la ventana.
Harry se levantó, sintiéndose un poco mareado y balanceándose ligeramente mientras intentaba controlar el mareo. Severus estuvo a su lado en un instante, con la preocupación surcando su frente. -¿Estás bien?- preguntó Severus.
-Sí. Sólo un poco cansado-, respondió Harry. -Creo que es hora de que nos vayamos a casa-.
Severus asintió y se dirigió a los Weasley para hacerles saber que ya se iban. La señora Weasley volvió a mirar a Harry. -¿Necesitas irte tan pronto, querido?-.
-Harry necesita descansar-, dijo la tía Agatha. -Sobre todo en su estado-.
Los ojos de todos se abrieron de par en par, antes de patinar sobre el vientre de Harry y éste sintió que se sonrojaba bajo el escrutinio. No todos conocían sus nuevos atributos físicos y la mayoría parecía escandalizada, como no podía ser de otra manera. Bueno, ahora estaba al descubierto.
-¿Harry? ¿Estás embarazado?- Hermione se apresuró a abrazarlo. -¡Felicidades!-.
-Gracias-, dijo Harry. -Todavía es pronto-.
Después de eso fue un aluvión de preguntas.
¿Cuándo vas a dar a luz?.
¿Has tenido náuseas matutinas?.
¿Sabes si es niño o niña?.
Harry se limitó a dejar que Severus se defendiera de las preguntas, pero finalmente, por fin, se escaparon y aparecieron de vuelta a casa, con los brazos de Severus apretados alrededor de él. Harry se inclinó, presionando su cara contra el hombro de Severus y sintiéndose a la vez protegido y amado por el familiar aroma de su marido. Sándalo, anís y otras especias que no podía identificar.
Severus se apartó del abrazo de Harry, pero sólo para quitarles la capa. Luego volvió, apretando todo su cuerpo contra el de Harry y besándolo sin aliento. Severus era salvaje, frenético, besando a Harry como si creyera que éste era un producto de su imaginación y que iba a desaparecer si no seguía con la embestida. Y era una embestida, no cabía duda. Harry casi podía sentir el deseo posesivo que vibraba en Severus y despertaba un deseo igual en él mientras se besaban y se besaban, Harry presionado contra la puerta de su habitación.
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APPRENTICED TO LOVE
Fiksi PenggemarSeis meses después del final de la guerra, Harry Potter aparece en la botica de Snape para rogar por un trabajo. Ambos obtienen más de lo que esperaban. ---------------------------------------- Autor Original: Eriador117 Por el placer de dar a conoc...