── eres un enigma; nadie entiende realmente quién eres. supongo que por eso nos hemos juntado. mientras tú eres la pregunta, yo soy la respuesta. ❜
original de -elysianwriter
traducido por lueaxwin
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CAPÍTULO TRES becrux
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—Despierte, señora, —es lo primero que oye Eve una vez que le quitan la manta para revelar una bola acurrucada que era ella. Le costó mucho esfuerzo, pero Eve abrió los ojos para saludar a su intruso, que resultó ser Darcy Ateara.
A diferencia de su vestimenta habitual, hoy llevaba pantalones de chándal, una vieja camiseta de banda manchada y su pelo era una tragedia.
Sus oscuros y largos mechones estaban recogidos en lo que Eve sólo podía suponer que era una especie de moño.
En lugar de responder con palabras a su amiga, que serían de todo menos agradables debido a su mal humor, estiró sus extremidades. Un largo y necesario suspiro sale de sus labios. Siempre dormía hecha un ovillo y, cuando lo hacía, llevaba el pijama habitual que consistía en una sudadera de gran tamaño y unos pantalones cortos.
Mientras sus dedos se afanaban en el nido de ratas que era su pelo, Eve se incorporó y ofreció una coja sonrisa a su amiga. —¿Qué haces aquí?
—Como tu hermano te arruinó el día el viernes, pensé que podríamos pasar hoy en mi casa. Mamá, papá y Devin están fuera, y Paul... ¡oh, mierda, todavía tienes que conocerlo! —Su cara pesa de arrepentimiento al recordar cómo se conocieron los dos. Cómo se trataba de que Eve apenas dijera nada mientras lloraba—. De todos modos, —agita su mano en el aire como si estuviera espantando los recuerdos—, pensé que podríamos tener un día agradable y tranquilo para las damas. Sin chicos y podemos comer toda la comida basura que queramos.
—Entendido, —afirma Eve, su cara se endurece mientras sus dedos se encuentran atrapados en un desagradable nudo— ¿Puedo vestirme?
—No.
Eve protestó durante todo el trayecto a casa de Ateara por el hecho de que parecía una muñeca de trapo torturada. Y durante todo el trayecto, Darcy se reía de las miradas y la terquedad de Eve.
La chica simplemente no podía tomarse la vida en serio si no se vestía con seriedad.
