CAPÍTULO VEINTICINCO

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CAPÍTULO VEINTICINCOmesarthim

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CAPÍTULO VEINTICINCO
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Por la interpretacion que Darcy habia hecho de su primo, Darcy supuso que siempre estaba cubierto de petulancia y esbozaba una sonrisa burlona, pero cuando Quil Ateara entra a trompicones en la cocina, se queda absolutamente petrificado. Sus ojos se abren de par en par y recorren frenéticamente todos los rincones de la habitación, desde las paredes pintadas hasta Eve, que saluda al chico moreno con la mano.

En respuesta a su saludo, salta. Sus movimientos le toman desprevenido.

—¿Estás bien? —Pregunta la pelirroja, saltando del mostrador en el que antes se apoyaba— ¿Necesitas agua..?
 
—Sólo se ha asustado, —aclara Embry Call que, sorprendentemente, luce una expresión de remordimiento. Se dirige hacia el nuevo miembro en fase—. Vamos, Quil, tomemos asiento. Refréscate un poco, ¿vale?
 
Quil le sigue. —...s-sí.
 
Eve los observa desde su lugar junto al fregadero, su rostro cambia para expresar su propia lástima. El chico parece como si hubiera visto un fantasma y a pesar de que todos los miembros de la manada suministran un calor corporal extraordinario para ella, Quil estaba prácticamente temblando en su asiento.
  
Su compañero entra no mucho después de que ellos se sientan y sus ojos instantáneamente se fijan en su forma. 

—Hola, —saluda, deteniéndose rápidamente a su lado—. Sí, está bastante alterado. Peor que cuando lo hizo Seth y él es el más joven.
 
—¡No es cierto! —Se defiende de pronto una voz ajena. Eve tuerce la cabeza, mirando más allá de Paul y hacia un chico desconocido que se apoya en el arco que da al salón. Sus ojos oscuros están muy abiertos y llenos de un atisbo de furia por escuchar semejante acusación—. Seguro que tú te has meado encima.
 
La expresión que Paul lleva en estos momentos no muestra ni una pizca de diversión. —Sí, claro... Seth conoce a Eve. Eve te presento a esa pequeñaja. 
 
—Hola, —saluda Eve al chico, agitando su pequeña mano—. Encantada de conocerte, Seth.
 
—Igualmente, —sonríe el miembro más joven antes de que entre otra figura desconocida. Una mujer, esta vez—. Oh, —se apresura Seth—, esta es mi hermana; Leah. 
 
Eve clava sus ojos en la mujer y, de repente, se queda helada al ver la intensa mirada que se dirigía hacia ella. La mujer de pelo corto y oscuro zumbaba de enemistad por razones que Eve desconocía. Bueno, sabía que no le agradaban en lo más mínimo su prima y su antiguo amante, pero la adolescente no estaba muy segura de por qué la mirada se dirigía hacia ella. Eve levantó la vista hacia Paul y sólo lo encontró devolviéndole la mirada a Leah.
 
—Uh, hola. Soy Eve.
 
Leah se pone rígida. —... hola. —Su pelo corto y oscuro apenas oculta su expresión repentinamente tímida. En un momento estaba humeante y al siguiente tenía una mirada de una pizca de lástima. Debía de saberse en toda la manada la vida de Eve; lo trágica que se había vuelto en el lapso de unas semanas— ¿Eres la chica Tobin? 
   
Antes de que pueda confirmar su pregunta, el hermano de Leah se le adelanta. —Duh, —Seth anuncia con un tono alegre—, Paul nunca se callará sobre ella. Todo lo que pasa por su cabeza es Eve esto y Eve lo otro. No se cansa de ella. 
   
Lo que antes era satisfacción pintada en su rostro ahora se desprende para revelar irritación. Entrecerrando los ojos al comprender esta información, Eve mira a Paul. Espera.
 
Atrapado, se lleva la mano a la nuca, donde se la frota. Un leve espolvoreo de rosa en sus mejillas. —Es un vínculo mental que tenemos. Podemos comunicarnos a través de nuestras cabezas cuando estamos en fase. Pienso en ti.

CATCH THE STARS ━━ paul lahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora