CAPÍTULO CATORCE

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CAPÍTULO CATORCEsecunda giedi

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CAPÍTULO CATORCE
secunda giedi

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De alguna manera, Milo tuvo la suerte de no ser detenido por un policía mientras bajaba a toda velocidad por la calle de su casa, dando un volantazo con el coche en su entrada. Los tres de la camioneta salieron despedidos hacia delante cuando frenó de golpe.
 
Su respiración era agitada y rápida, y antes de que Eve pudiera siquiera preguntarse si alguien estaba bien después de ese paseo casi mortal que les dio Milo, estaba hablando: —De acuerdo. Cuando salgamos de este coche, haremos como si el resto del mundo no existiera, ¿de acuerdo? Vamos a discutir lo que acabamos de ver porque ¡maldita sea! Darcy, haces que suene como la maldita mafia cuando dices que probablemente no debíamos ver eso.
 
La mujer de la que hablaba no podía levantar la vista de sus pies. Todo el color se había agotado en ella y sus pupilas, oscuras y ahora sin ningún signo de gracia, temblaban como su cuerpo. La conmoción no desaparecía.
 
Con la esperanza de devolver a su amiga a la Tierra, Eve se acerca y le pone una mano pecosa en el hombro. La sacude y es recibida con esos ojos sin vida. —Realmente no sabías...
 
Sus labios regordetes no se mueven para pronunciar un sí, pero con el movimiento de su cabeza que se aparta una vez más, Eve lo sabe. Sabe que Darcy no tenia ni idea, pero puede tener una idea de como era posible. Porque desde lo lejos que podía llegar su mente en este estado actual de revelación, no podía pensar en una razón que pudiera explicar nada de esto.

Lo que todos ellos presenciaron sería calificado de ficción para cualquier persona de fuera. Tal vez eso los considerara especiales, pero con los latidos de su corazón tratando de cesar, Eve no se sentía tan así. Por el contrario, se sentía fuera de lugar; su alma la había abandonado hace mucho tiempo, una vez que se encontró con esos horribles ojos de lobo. El mismo par que sólo Paul llevaba.
 
Visiblemente, se estremeció cuando los recuerdos volvieron a surgir. ¿Le hizo daño a Bella? No pudo evitar preguntárselo y, de repente, la ola de culpabilidad la golpeó. Buen trabajo asegurándote de que estaba bien, Eve. 
 
—¿Crees que nos han seguido? —La chica del medio no pudo evitar preguntar. Uno de ellos –un chico al que nunca había visto antes– los persiguió una vez que todos divisaron a la bestia— ¿Qué demonios vamos a hacer? Paul, por el amor de Dios, casi araña a Bella.
 
—Paul no le haría daño a nadie, —habla Darcy después de ofrecer sólo un silencio. Con los ojos llorosos, mira a sus dos amigos—. No haría daño a una mosca, —su voz sale rota, tensa por el estrés—. Pero d-después de hoy, mierda, ya no sé. No tenía ni idea.
 
El estruendo del coche se calla y es sustituido por el tintineo de las llaves de Milo. —Vamos a entrar, —de alguna manera, su voz estaba relajada pero el agotamiento era evidente—. Hace frío y quiero un refresco para calmar los nervios. Todos necesitamos tomar un descanso antes de sacar el tema... del lobo.

CATCH THE STARS ━━ paul lahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora