── eres un enigma; nadie entiende realmente quién eres. supongo que por eso nos hemos juntado. mientras tú eres la pregunta, yo soy la respuesta. ❜
original de -elysianwriter
traducido por lueaxwin
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPÍTULO DOS fornacis
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La luz del sol se colaba por la abertura de las cortinas y bailaba sobre su rostro. Las bolsas pesaban sobre sus grandes ojos marrones, su piel era pálida y translúcida, y su pelo estaba anudado, desparramado sobre sus almohadas. Se quedó despierta hasta bastante tarde y, para cuando se durmió, su madre ya estaba levantada y preparándose para el trabajo.
Eve no estaba segura de que Jordan volviera a casa. Cuando la dejaron Darcy y Paul, corrió al interior de su casa en busca de su hermano, pero al final sólo encontró a sus padres en el sofá, preocupados.
Hizo una llamada tras otra. Incluso se hicieron varias a la policía, pero durante toda la noche no encontraron nada.
Saliendo de la comodidad de su cama, Eve recorrió el pasillo en dirección a la cocina. La casa estaba vacía, aparte de sus dos gatos, a los que Eve y Jordan llamaron Penny porque Jordan tenía una fascinación por las monedas cuando era más joven, y luego estaba Miffy. Eran idénticas, con manchas negras y naranjas.
Las gatas charlaban en la mesa del comedor, pero se hicieron más ruidosas cuando entró Eve.
—Oh, silencio, —murmuró cuando se acercó a ellas. Sus uñas arrastraron por el sedoso y espeso pelaje de Miffy. El felino ronroneó en respuesta antes de que Eve se preparara una taza de café.
Pasó la mayor parte de la hora siguiente viendo la televisión, con un par de episodios de La ley y el orden; SVU. Los programas policíacos siempre llamaron la atención de Eve Tobin desde que era una niña. En sus primeros años, vivió junto a los padres de su madre. Cuando su madre, Agatha, se quedó embarazada, apenas tenía diecinueve años y estaba a medio camino de la universidad. Su padre era un misterio y no la mantenía.
Su madre ahorró el dinero de cinco años antes de arrastrar a sus hijos a Fork's, Washington: Un pintoresco pueblo sin mucho drama que tenía casas baratas en venta. Su casa demostró lo barata que podía ser Fork's.
El exterior era de ladrillo con una entrada excesivamente agrietada. El interior tenía muebles usados y paredes dañadas de los amigos de Jordan. La cocina era, con mucho, la más pequeña que Eve había visto nunca. Apenas cabía una persona tal y como estaba.
