CAPÍTULO VEINTIOCHO
izar
Paul estaba anormalmente caliente.
No en el sentido del aspecto –que Eve no puede negar que Paul Lahote es guapo–, sino en el de su temperatura corporal, que contrasta con la de Eve. Sentada en el asiento del copiloto de su camioneta, Eve tiembla con escalofrío tras escalofrío agitándose en su espina dorsal, pero para el chico que está a su lado, él estaba quieto.
Ni una sola piel de gallina decora su piel ni se estremece con las consecuencias del invierno. En lugar de eso, está observando a Eve mientras sus dedos retuercen una seta para expulsar calor por las rejillas de ventilación.
—Ha sido divertido, —comenta Paul cuando su pequeño encuentro terminó no hace mucho. Como Devin se quedó dormido en el regazo de Eve –el pobre chico se puso de fiesta–, se decidió que todos debían empezar a salir. Y, por supuesto, Paul se preguntó si Eve necesitaba que la llevaran, lo que llevó a donde estaban ahora: Todavía en la entrada de Darcy mientras Paul trabaja para calentar su Impronta—. A Devin realmente le gustas.
—Me gustó desde el principio, —tartamudea la chica, abrazándose con fuerza cuando otra oleada de intensos escalofríos se abate sobre ella—. T-tú tienes suerte.
La mirada de suficiencia que lleva se desvanece al ablandarse. —Ven aquí, —le pide y Eve no pierde ni un segundo en empujarse cerca del humano-radiador. Un suspiro lleno de satisfacción y tranquilidad sale de sus labios agrietados—. Podrías haber pedido un poco de calor, ¿sabes?
—No quería i-invadir tu esp-espacio personal —Incluso con la elevada temperatura corporal de él, más escalofríos recorren su cuerpo, y su tartamudeo no cesa. Su figura se curva en un pequeño cuerpo que Paul aprovecha para acercarla a su lado, rodeándola con sus grandes brazos.
Eve nunca se había sentido tan pequeña. Claro que era más bajita, pues apenas superaba el metro setenta, pero Paul era enorme y estaba encantado de serlo.
—Estás bien, —garantiza Paul. La sujeta con más fuerza cuanto más se desvanecen sus escalofríos—. No quiero que te veas enfermizamente pálida con los labios azules. Me gusta verte sonrojada...
—¿Como antes? —Pregunta la chica.
Su sonrisa es evidente mientras habla: —Correcto. ¿Quién diría que un niño de guardería podría ser tan útil?
Levantando la barbilla, la pelirroja entrecierra los ojos en un repentino arranque de suspicacia. Paul casi siempre era presumido, pero algo no encajaba.
—¿Esto estaba planeado?
—¿Qué cosa? —pregunta inocentemente Paul.
ESTÁS LEYENDO
CATCH THE STARS ━━ paul lahote
Fanfiction── eres un enigma; nadie entiende realmente quién eres. supongo que por eso nos hemos juntado. mientras tú eres la pregunta, yo soy la respuesta. ❜ original de -elysianwriter traducido por lueaxwin