── eres un enigma; nadie entiende realmente quién eres. supongo que por eso nos hemos juntado. mientras tú eres la pregunta, yo soy la respuesta. ❜
original de -elysianwriter
traducido por lueaxwin
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CAPÍTULO VEINTICUATRO sextans
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Paul y Eve pasaron la mayor parte del día encerrados en casa de los Lahote sin hacer nada más que holgazanear. Tardaron horas en levantarse del sofá y, una vez que lo hicieron, se sintieron agobiados por el cansancio y la falta de motivación para moverse. Por lo tanto, en un acto tanto para permitir que su huella lo conociera más, junto con obligarlos a moverse, Paul le concede un recorrido por su casa.
A sus ojos, su casa no era tan especial. Mientras caminan por el pasillo en el que colgaban muchas fotos de Paul en su juventud, él las presenta con falta de gusto.
—Yo estaba en segundo grado allí... —señala la foto del chico de pelo largo con una sonrisa dentada—. Mi madre no paraba de sonreír con esta foto mía.
La foto era ciertamente adorable y Eve podía entender a dónde quería llegar su madre. Sus labios rosados se levantan para revelar su opinión sobre Paul de niño. —Veo esa sonrisa, —señala el mencionado niño, una sonrisa cubriendo sus propios labios—. Al menos yo no tenía acné por aquel entonces. Si alguna vez encuentras mis fotos del instituto de antes de ser lobo, te horrorizarás.
—Lo dudo, —argumenta Eve, siguiendo a Paul mientras muestra su único baño—. Bonito.
Paul enarca una ceja ante su cumplido. —Es un cuarto de baño.
Haciéndose eco de sus acciones, ella levanta una ceja roja a modo de pregunta. —¿Y qué? Los baños pueden ser bonitos.
En respuesta a su argumento, Paul tuerce la cabeza, pero no lo suficientemente rápido como para que Eve pueda notar la risita silenciosa que sale de él. Siguen caminando por el pasillo y pasan por delante de una habitación que Paul sólo saluda distraídamente. Se supone que la habitación debe pertenecer a su padre, un hombre que Eve ha llegado a comprender que no es una gran persona.
Sin prestar atención y demasiado sumida en sus pensamientos, Eve choca contra la espalda de Paul y casi cae al suelo al perder el equilibrio. Con los rápidos reflejos de su lobo interior, Paul gira sobre sus talones y agarra a la chica sin problemas.
