CAPÍTULO VEINTISÉIS

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CAPÍTULO VEINTISÉISgomeisa

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CAPÍTULO VEINTISÉIS
gomeisa

Una vez más, como es habitual en la pintoresca ciudad de Forks, escondida en Washington, la nieve espolvorea la hierba muerta del césped de Eve y los copos se pegan a sus mechones rojos. Ella está de pie en frente de su casa esa mañana esperando la llegada de su invitado.

Habría llegado ya porque la Navidad está a la vuelta de la esquina, pero debido a alguien que faltaba en su vida, llegó un día antes. La vieja y destartalada camioneta de la abuela Marie llegó rodando por su calle con su desvanecida pintura azul real que destacaba sobre el blanco puro de las lágrimas del invierno. Un estruendo junto con un quejido del vehículo recorre la calle antes de que se silencie cuando ella aparca justo al lado de su entrada.

Aunque iba descalza y vestida sólo con un pantalón corto y una sudadera, no se contuvo mientras corría por la hierba nevada para sólo lanzarse sobre la anciana. Marie salta, un grito de sorpresa sale de sus labios
antes de transformarse en una deliciosa risita.

La mujer era más alta que Eve, medio metro por encima de la chica. El pelo corto y canoso está casi oculto bajo su gorro y sus mejillas arden por el aire frío. Sus ojos marrones brillan de adoración hacía su nieta.

—Veo que alguien está rebotando por las paredes esta mañana, —son las primeras palabras que Marie pronuncia al llegar—. Diría que has bebido demasiado café, pero tengo la sensación de que alguien está encantada de ver a su abuela favorita.

Eve se aparta, sonriendo débilmente. —Me alegro de verte. Después de...
después de todo... me alegro de volver a verte, abuela.

Unos dedos como ramitas recorren su cuero cabelludo para echarle el pelo hacia atrás. —Lo sé, cariño, murmura con un tono de voz tranquilo. A Eva casi se le saltan las lágrimas—, sé lo mucho que les está destrozando todo. He venido aquí tan pronto como pude y espero, con todo lo que mi corazón es capaz de dar, que pueda darse un gran paso en el caso de tu hermano.

La adolescente no pudo evitar darle la razón. Incontables discusiones fueron
pasado entre ella y el jefe Swan para que sólo sus palabras llenas de dolor y
pasión no llevaran a ninguna parte. 

CATCH THE STARS ━━ paul lahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora