CAPÍTULO TREINTA

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CAPÍTULO TREINTAlynx

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CAPÍTULO TREINTA
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Sólo había dos pensamientos rondando por la cabeza de Eve en ese momento. El primero era que Jordan estaba sentada en su cama, acariciando tranquilamente a su gato mientras actuaba completamente bien y aparentaba estar bien, cuando Eve no era ninguna de las dos cosas. En segundo lugar, Jordan no podía ser Jordan. Cada salpicadura de pecas en su piel había desaparecido, sustituida por una piel impecable y pálida. Sus ojos, al mirar a Eve con claro interés, no son azules. Son carmesí.
   
Permanece neutral, sin inmutarse por el hecho de que Eve se agarrara al corazón con una mano mientras con la otra tiene que sostenerla agarrada al somier. No le envía ni un solo saludo ni se atreve a hablar. Jordan se queda mirando; fascinado por la presencia de Eve.
  
Entonces, decide hablar por los dos: —¿DÓNDE HAN ESTADO? —grita Eve sin ningún reparo. Una avalancha de emociones la golpea a la vez: está furiosa porque él está actuando de forma descuidada, desconcertada de por qué tiene ese aspecto y, sobre todo, aliviada. Él estaba aquí.
  
Jordan detiene sus movimientos sobre Miffy para disgusto de la gata. Ella salta de su regazo y sale corriendo por la puerta. 
  
Eve toma asiento junto a su hermano para que éste reaccione levantándose y caminando hacia la esquina de la habitación. Ella jura que puede oír un crujido en su corazón. —Por favor, quiero abrazarte.
  
Jordan se congela, sus ojos rojos se cierran. —No puedes, —su voz –casi calmante como la corriente de un río– la golpea—. No puedo permitir que estés cerca de mí. No es seguro.
  
—¿Qué te ha pasado? —Ella exige, poniéndose de pie también y saltando hacia él, pero él desaparece justo delante de ella— ¿Eh...?
  
Se da la vuelta y encuentra a Jordan de nuevo en su cama con las manos levantadas para evitar que vuelva a acercarse a él. —Hay mucho que desvelar. Yo no... —Se interrumpe mientras recorre con la mirada la habitación con lo que Eve sólo puede suponer que es asombro—. No recuerdo mucho. Sólo a ti. Tuviste un papel importante.
  
—¿En qué? —Eve presiona, con los brazos en alto, exasperada— ¡Has estado fuera durante meses!
  
—¿En serio? —murmura Jordan, frunciendo el ceño—. Vi carteles con mi cara... o lo que mi cara fue una vez.
  
—¿Qué demonios quieres decir?
  
Suspira, frotándose la mandíbula con una mano mientras intenta averiguar qué decirle. Mientras tanto, Eva se limpiaba apresuradamente las mejillas para quitarse las lágrimas. 
  
Nada de esto tenía sentido. La forma en que él actuaba, aparentaba... todo era una pregunta para ella. Estaba a punto de pedirle que se marchara de nuevo sólo para poder procesar todo esto. 
  
—No recuerdo cómo desaparecí, —revela en voz baja. Sus ojos no se encuentran con los de ella—. Lo único que recuerdo es haber visto a una persona caer al suelo muerta, creo.
  
—Jem Quinnelly, —murmura Eve, sacudiendo la cabeza. Jordan había presenciado la muerte de su querido amigo. 
  
—Luego, encontré a otros como yo. Otros con los ojos rojos y sed de sangre, —explica, sin perder de vista a Eve. Ella permanece en silencio, aunque su corazón late con fuerza en su pecho mientras procesa las últimas palabras de su declaración—. Después de eso, es como una pantalla en negro. No estoy seguro de dónde estaba. No sé cómo estoy aquí. Un momento estoy allí y al siguiente estoy aquí, intentando encontrar un hogar.
  
Otra grieta. 

CATCH THE STARS ━━ paul lahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora