Café por casualidad (Bang Chan, Stray kids)

Capítulo 2: Demasiados incidentes

Corea del Sur, Seúl.
6 de Enero de 2021.

   Sue me observa preocupada, la entiendo porque si pudiese escupir fuego lo haría y le incendiaria los pelos a quien en algún momento fue mi bias.
Y pienso en el algún, porque Bang Chan acaba de pasar a la lista de personas que más odio.

—Fanny, solo ya esta, relájate, sé que estas enojada pero no amargues tu viaje por él, aunque sea una decepción que sea de esta forma. —suspiró y ella me mira afligida—Mira el lado bueno, conseguí los autógrafos de los demás chicos para ambas. —forma un corazón con sus manos y rio.

—Bien bien, me relajare, igualmente lo que más deseo ahora mismo es comer ramen. —tomó el abrigo porque realmente hace frío afuera, todavía no ha nevado desde que estamos aquí pero hace un frío espantoso.

—Amo el ramen. —asiento de acuerdo con sus palabras.

   Sue se cuelga de mi brazo y salimos con dirección a la tienda de conveniencia que esta a dos cuadras de los departamentos que alquilamos.

***
9 de Enero de 2021

   Suspiro cansada al ser la cuarta vez que cuelgo la llamada de Nicolas, él realmente no entiende un no y no entiende todo lo que me costo salir con él, no entiende que rompió cada parte de mi.

—Fanny, vayamos a la plaza olímpica, por favor. —asiento guardando el móvil en mi bolsillo izquierdo de mi pantalón de jean.

   Durante el transcurso de la caminata hacia el lugar que Sue quiere visitar sacamos fotos a todo lo que se nos cruza, ella me lleva de acá para allá, yo me dejo hacer, de todas formas a esto vinimos, a conocer Corea. Aunque mi humor no es el mejor y sería estupido de mi parte decir que no tengo la espina en mi por lo qué pasó días atrás con Chan. ¿Lo peor de todo esto? es que ese mismo día a la noche estaba embobada viendo al idiota de mi bias hacer su live, aún estando enojada no podía perderme de ello, es como un ritual para mi salud mental, como mi propia serototina.

—Iré a por un café, gracias a ti aprendí la forma de pedirlo y ya no tenes que hacerlo por mi. —habla Sue interrumpiendo mis pensamientos.

—No pensaban ir tampoco. —mi hermana me saca la lengua y yo ruedo los ojos.

—Quédate por aquí, enseguida vuelvo marmota. —nuevamente ruedo los ojos, ella me saca el dedo del medio y yo sonrío falsamente.

—Lo dice como si fuese capaz abandonarla, que tarada. —murmuro indignada viéndola irse.

   Me doy la vuelta para sacarle fotos a la escultura detrás de mi, estamos en el centro de Seúl, el señor guía nos advertio sobre no quedarnos paradas quitas sin hacer nada en este tipo de espacios porque aquí andar en bicicleta es normal, y más que nada, es para evitar accidentes.

   Elevó el móvil para sacarme una selfie con la escultura, sonrió mientras pongo mis dedos en “V”, lo bajo una vez que la foto está lista, achico mis ojos al ver que el brillo está muy bajo y no logro ver si salió bien o no, por lo que me enfrasco en mi móvil, siento unos gritos de hombres pasar por mi lado mientras pasan con sus bicicletas, me concentro de nuevo en mi carcacha inservible, es imposible subirle el brillo a esta cosa.

—¡Cuidado! —ignoró el grito, seguramente no va dirigido a mi, aparte de no entenderle, continúo peleando con el móvil.

—Está mierda, no quiere funcionar. —susurro frustrada.