Corea del Sur, Busan.
17 de febrero de 2021
FannyMe remuevo en la cama del calor, me duele la espalda como si me hubiese arrollado algún tren por lo menos unas cinco veces.
Escucho un gruñido bajo detrás de mí ante mi movimiento y caigo en cuenta de que no estoy sola en la cama, y que mucho menos no es mi habitación, el sueño realmente hace estragos en mi mente.
Tragos son los que tomé ayer por la noche, por suerte mi mente está lúcida minutos después de llegar al apartamento porque de esta manera logró recordar todo lo que ha sucedido, no sólo ello, si no que también tuvo mi consentimiento.
—Amor, detente, me estás quitando la cobija. —Chan suena absolutamente adormilado, caigo en cuenta que solo traigo puesta una camiseta suya y que él solo está en ropa interior durmiendo.
Me giro en la cama una última vez, para darle un beso en la coronilla, porque he decidido que le haré el desayuno, mi novio siquiera se da cuenta que he desaparecido de la cama y sonrió enternecida al verlo dormir.
Me da paz saber que puede dormir aunque sea una horas debido a su insomnio, luego podría hablar de ello con él.
Camino lo más sigilosa que puedo fuera de la habitación y sonrió ampliamente al darme cuenta que hemos dormido juntos por primera vez, en todos los sentidos de la palabra, tomó camino al baño decidiendo darme una ducha rápida además de ponerme ropa interior junto de nuevo a la camiseta de Chan.
Este sentimiento de felicidad interna me da vértigo, pero ya no quiero luchar en contra de lo que siento, si algo sale mal supongo que el destino se tomará el espacio para acomodar a cada uno en su lugar.
Una vez duchada y con un aroma decente en el cuerpo, me desenvuelvo por la cocina siendo silenciosa y cuidadosa de no romper nada que luego tenga que pagar, además me lamento de que Chris no conozca lo satisfactorio que es comer una factura, siendo un dulce propio de la Argentina, por la mañana, el paraíso mismo hecho comida para desayunar al menos una vez en tu vida.
Los platos están listos, al menos dentro de lo que había en las alacenas y que no estaba caducado logré hacer un buen desayuno, tortitas de avena con diferentes frutas, no se bien cual es la dieta que el hombre que se encuentra en la habitación tiene pero es lo más parecido a lo que yo desayuno, cuando lo hago ya que no tengo la costumbre por los problemas con la comida que tuve de adolescente al ser bailarina de danza clásica.
Camino hasta la habitación y no puedo evitar arrodillarme frente al rostro dormido de Chan, tiene el ceño fruncido y sus labios están como un piquito de pato, por lo cual se ve extremadamente tierno, intento no hacerlo pero es inevitable, debo despertarlo.
—Chan, channie, amor despierta. —Sus ojos son pequeños la gran mayoría del tiempo pero al estar somnoliento se ve absolutamente tierno en demasía, quiero tomarlo de las mejillas y llenarlo de besos, este hombre me va a robar el alma de esta manera.
—Oh, perdón. —su voz suena profundamente baja, pero se ve tan bien que no me sorprende en lo absoluto saber que puede verse aún mejor—Creo que tendré que robarte, joder que bien huele todo, te comprare este perfume por años con tal de drogarme con este aroma.
—No digas esas cosas. —río removiendome entre sus brazos debido a las cosquillas que me causa su creciente barba—Basta me haces cosquillas.
Las risas pasan de forma inmediata e involuntaria por mi garganta cada vez que las yemas de sus dedos dan en el contacto inmediato con los laterales de mi cintura, puedo escucharlo reír debido a mis tontos intentos de hacerle lo mismo a una persona que quizás me dobla en altura y en fuerza.
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Café por casualidad (Bang Chan, Stray kids)
FanfictionCon la idea de hacer un viaje junto a su hermana, Fanny y Sue se decidieron por pasar unos meses en Corea, debido a que ambas eran amantes de aquella cultura y de varios grupos de pop coreano del lugar. En un desesperado intento de Sue porque su...