Capítulo 29

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Jennie me había llamado desesperada y por instinto corrí hacia ella sin dudarlo, pese a lo que había pasado, ella seguía siendo mi hermana.

Tome un taxi y llegue a casa.

Aún tenía la llave de mi casa haci que abrí rápidamente,y efectivamente escuché gritos arriba, subí las escaleras rápidamente. El ruido venía de mi habitación, sin embargo solo escuchaba a Jennie no a mi padre lo cual me pareció extraño....

Abrí la Puerta.

Mire a todos lados y no había nadie...

Acaso había escuchado mal?

—Jennie?... —dije con un tono bajo  tratando de buscarla.

Pero nada.

Estaba desolada en la habitación perdida con la mirada.... Hasta que....

Ah!

Sentí una algo atravesar  mi cuello.

—Duerme perr*.

[Jennie había introducido una pequeña jeringa en el cuello de su propia hermana la cual contenía una droga que desvanecía a la víctima al instante.]

La joven no resistió y perdió la conciencia después de unos segundos.
Jennie quito la jeringa con desprecio, sin remordimiento.

Se acerco a la menor echada en el suelo y comenzó a quitar los mechones de cabello que cubrían su rostro a raíz de la caida.

—Hermanita.... Eres tan bonita... Pero no mereces a Jungkook.... Tanto como yo.... Cometiste el peor error de tu inocente pero patetica vida.—tiro de cabello esta vez.

Agarro su teléfono y como si no ubiera pasado nada hizo una llamada.

—Ya hize mi trabajo.... Ahora quiero que te encargues de Jungkook.—era Taehyung a quien se dirigía. —contactalo conmigo.

Colgó haci de rápido.

Puso la cara seria, en algún momento su conciencia venía de pasada para darle un susurro de que sus acciones eran más de lo que ella quería pero.... Por dentro solo podía sentir el aura de venganza y poder sobre todos los que le rodeaban.

Incluyendo Jungkook.

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—Señor Jeon... —S. Wok se presentó frente al mayor.

—Que pasa? —amblo revisando unas cajas de mercancía.

—Los hombres que envió para el trabajo tuvieron éxito, encontraron la ubicación de Kim Taehyung.—afirmaba seriamente.

—Perfecto —sacó un arma de una pequeña caja de plata—es hora.

El mayor se paro unos minutos analizando aquel objeto que tenía entre sus manos en el cual se veía su reflejo y al mismo tiempo recordaba la imagen de Loren en aquella silla.

Hasta que finalmente despertó de sus pensamientos.

—S. Won prepara mi auto.

—Claro señor. —reverencio y se fue.

Jungkook estaba a punto de salir pero antes de que lo hiciera recibió una llamada...
Alzó su teléfono y se dio cuenta de que era un número desconocido por lo que no le tomó importancia.

Sin embargo la notificación fue insisttente haciendo que se rendirá contestando finalmente.

—Quién habla—dijo ya sin mucha paciencia.

—No recuerdas mi voz?....

Jeon se percató de que era una voz femenina la cual por un momento le recordó a alguien pero negó para recibir una respuesta directa de aquella llamada.

—Quién diablos eres? No tengo tiempo para juegos.—Su voz era más seria cada vez.

—Soy tu futura esposa Jeon...

—De que rayos hablas! Quien eres?! —dijo ya con gritos.

Pronto te llegará un pequeño regalo y verás de lo que estoy hablando...

El mayor frunció el seño sin entender nada de lo que aquella persona decía...

De repente el mayordomo principal y secretario del pelinegro ingreso trayendo entre sus manos... Un sobre.

—Señor, trajeron esto de un correo desconocido. —levantó aquel sobre dirigiendolo hacia él.

El mayor seguía en línea con aquella llamada...

Y sin cortar agarro aquel objeto, lo abrió lentamente.... Y sacó de ahí.....
Lo que parecían dos fotografías....

Y al verlas el se quedó algo perturbado.

La joven que hace una noche había amado, a la cual estaba rindiendo sus sentimientos. Estaba en una sillón con los ojos cerrados, sus manos atadas y el cuello dañado.

—Que es esto.... —decía lenta y agitadamente.

S. Won veia a su amo... Y el reacción a de igual forma sin poder creer lo que veían sus ojos.

—QUE ES ESTO? DIME QUIEN ERES?! —se dirigió a la línea.

—Ya te dije Jeon... Soy tu futura mujer.... Te estaré esperando hoy en la tarde.... En las lindas fotografías... Encontraras la dirección y la hora, quiero que hablemos a solas, sabes que otras personas no cuentan.... Te espero mi amor —finalmente mando un beso entre la llamada.

Jeon aun sostenía el teléfono, haciendo una mueca de disgusto entre dientes, y finalmente destrozó el teléfono ante su ventanal.

—Cancelen todo.—se dirigió a S. Won.

—Pasa algo señor....? —dijo el hombre sin entender mucho.

—No. Sólo cancela todo. Tengo algo que hacer... —se fue sin decir nada más dejando desconcertado a la multitud.

LA ESPOSA DE UN NARCO 🖤 🔗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora