Mi esperanza

Capítulo 24

-No me gusta tener que remar – Miko se quejo recordando cosas de su vida anterior.

-Hmph, si te vas a quejar por cosas como esta no puedo confiar en ti – Amaru se quejo y la Uzumaki no pudo evitar sonreír – ¿Qué te parece tan divertido?

-Nada, no debes preocuparte por eso – ella respondió con tranquilidad, todavía remando – sigo diciendo que conmigo aquí no importa que criaturas haya en el bosque, los puedo proteger a todos.

-Lo dices como si fueras una diosa – Amaru dijo y las dos amigas de Miko no pudieron negar esa afirmación.

Por su parte, Miko solo permaneció en silencio, no le dio mucha importancia al asunto, solo lo dejo estar, no tenía nada que comentar en realidad, no iba a detener a la gente de pensar que se trataba de una diosa, dejo que sus amigas avanzaran mientras notaba que una piraña salto y mordió su pierna, no es que eso le doliera, el veneno tampoco la lastimaría, solo miro al pez antes de mirar al humo que se extendía a lo lejos, apenas por encima de las copas de los árboles, entonces algo paso por su mente mientras mostraba un rostro enojado que Amaru no vio.

- ¿Por qué te gusta tu maestro? – ella pregunto provocando que la barca en la que iban comenzara a tambalearse por culpa de Amaru.

- ¿Cómo sabes eso? – ella interrogó poniéndose de pie dentro de la barca – seguro fue uno de tus trucos ninja.

-Sí, fue cosa de un truco ninja, pero eso no quiere decir que yo sea una ninja (al menos no en este momento)

-Fue quien me salvo – volviéndose a sentar, la chica comenzó a hablar – evito que cayera en la oscuridad.

Ella escuchó con atención, sus manos apretando tan fuerte el remo que lo rompió, sin embargo, lo mantuvo unido con una cadena de chakra para que no se notará, cuando la chica estuvo por decir que el hombre era la mejor persona la detuvo al señalar el humo que ya había visto antes, no la dejaría decir tal mentira, viendo lo agitada que estaba, tomo su mano, la cargo y salto en dirección a donde sentía que sus amigas y el hombre se dirigían, quería matarlo, deshacerse de él con gran violencia, pero con Amaru desconociendo su naturaleza no se pudo dar el lujo.

-Al parecer llegamos tarde – Haku dijo mientras encontraba trampas demasiado obvias ahora que las veía.

-Dejen que ella avance, Haku, tampoco intentes sanar, prefiero que las cosas ocurran como ahora.

Y con su dedo índice señalando al hombre, todas vieron como el hombre era atacado por múltiples kunai, por la mirada de Miko supieron que él no era alguien bueno en realidad, confiaron en el juicio de su amiga, después de todo, ella venía del futuro, de una línea temporal similar, por lo que no tenían por qué dudar.

-Él te encargo una misión Amaru – Miko dijo con ojos fríos que pasaron por los de alguien que empatizaba con la situación – detenerte ahora solo hará que lo que te enseño tu maestro se pierda.

-Pero no soy tan fuerte, yo...

-Entonces te prestaré mi poder, te haré invencible si aceptas mi mano.

Mostrando un enorme poder detrás de su mirada, ella extendió su mano a la chica, no la dejaría concentrarse en su maestro, solo necesitaba que Amaru aceptará, si tomaba su mano ella eliminaría cualquiera rastro de tristeza al hacer lo mismo que hizo con Tayuya, solo que en lugar de destruir un fragmento de alma, destruiría el poder alterado de Kurama que fue utilizado para crear al reibi, ya cuando encontrará a la criatura la tocaría y sería capaz de comprender mejor en donde estaba el kyubi tsundere de este tiempo.

-Puedes llorar si quieres – Miko dijo después de enterrar al hombre que fingía su muerte, tomando precauciones claro – (hay unas ruinas cerca, vayan tan sigilosas como pueden e infíltrense, yo me quedaré y haré como que nada extraño ocurre)