Capítulo 30

66 8 1
                                        

Sus manos se juntaron y ella envió una oración al cielo, a quien fuera que la escuchará, solo pidió una cosa, que su padrino tuviera una buena vida después de renacer, no pidió nada más, no había nada más que ella quisiera pedir a los dioses, sus ojos se abrieron y sus manos se separaron mientras se ponía de pie, su mirada demostraba tranquilidad, no hubo odio ni rencor, dudo de la existencia de alguien que la escuchará, pero tampoco aseguró que no hubiera nadie, solo quería descargar un poco su frustración, nada más.

-Vamos – Naruto dijo parado a su lado.

-Sí – ella respondió caminando a su lado, sin voltear a mirar la tumba de su maestro y padre.

Los dos solo avanzaron con un destino claro, harían una declaración frente a las cinco naciones ninja y aprovecharon el hecho de que el raikage había convocado a una reunión entre los cinco kage actuales, lo único que tenían que hacer era aparecer ahí, decir lo que iban a hacer y simplemente cumplir con sus palabras, no serían enemigos, al menos no al principio, ellos no tenían planeado ser enemigos de las naciones ninja, pero sabían que buscar cambiar las cosas provocaría resistencia.

-Esa persona aparecerá ahí ¿verdad? – él exclamo con un tono de voz calmado.

-Eso es lo que estoy esperando, pues si lo hace, atraerá la atención de los kage y podremos hacer que acepten la paz – ella respondió con calma mientras seguía avanzando, su mano derecha puesta sobre su abdomen.

Ambos permanecieron en un tranquilo silencio mientras avanzaban, no había mucho más que decir, no tenían mucho más que mencionar, con solo miradas eran capaces de comunicarse además del enlace de chakra que compartía con Naruto, solo eso bastó, solo eso fue necesario, sin embargo, a pesar de que ella trataba de ocultarlo, él podía sentirlo, el hecho de que ya no eran solo cuatro presencias, la naturaleza se lo dijo, se lo contó y ante ello no supo cómo sentirse, ni siquiera que debía decir.

-Está bien – Miko dijo interrumpiendo sus pensamientos – estoy igual de nerviosa que tú.

-Pues no lo pareces – Naruto respondió encogiéndose de hombros – aunque tampoco estoy usando el poder de Kurama.

-Justo ahora y dada la situación, lo mejor es mantener un rostro sin expresión.

-Lo dices, pero no has podido dejar de sonreír todo este tiempo con excepción de cuando rezaste frente a la tumba de Jiraiya-sensei.

-Solo me siento feliz, no me juzgues – eso lo sorprendió, pues él la vio inesperadamente estresada.

-Creí que los cambios de humor daban después – Naruto dijo acariciando la cabeza de Miko – tranquila, no te estoy juzgando.

- ¿Seguro? – ella pregunto ignorando por completo lo primero que dijo el chico.

-Seguro.

Tomando su mano, ambos siguieron avanzando, poco después Miko recobró sus sentidos, avergonzándose un poco por la manera en la que actuó, sin embargo, él solo sonrió con calidez haciendo que ella volviera a sonreír, pues no tenía motivos para sentirse mal, entonces otra cosa paso por su mente y fue sus cambios de humor, dentro de lo que sabía, se suponía que eso solo ocurría después de determinado tiempo promedio, apenas llevaba una semana, dos como mucho.

- (Puede que tenga una respuesta a eso) – el Kurama dentro de Miko hablo haciendo que la chica le prestará atención mientras seguía caminando – (ese chakra tuyo, es... único)

- (Se que mi chakra y también el de Naruto cambio cuando nos convertimos en una especie de semi bijuu, pero eso no tendría por qué influir, mis órganos no han cambiado más allá de mis bobinas)

Mi esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora