Caminaba por el puente que llevaba a la casa del lago, donde había pasado casi todos los veranos de mi vida junto con Harry. Alguien me tomaba fuertemente de la mano, conforme avanzamos, la seguridad que sentía al estar junto a él era reconfortante.
Habíamos llegado a la entrada de la casa, por algún motivo me encontraba nerviosa de no poder ver quién era el extraño que se encontraba a mi lado.
- Te amo ______________ - pronuncio fervientemente la voz de Harry; mientras me tomaba de la mano y me adentraba a la casa.
- Yo también te amo – dije acercándome a su boca y dándole un tórrido beso en sus jugosos labiosos.
Fue en ese momento que la alarma me despertó de mi extraño sueño. Me levante exaltada, sintiendo el ardor recorrer mi cara y mejillas, al recordar el apasionado beso que había compartido con Harry, MI MEJOR AMIGO, en mi sueño.
- La cena tuvo que haberme caído mal – proteste en voz alta. Aceptando esa excusa, del porqué de mi extraño sueño.
Me levante de la cama, dispuesta olvidar el sueño y comenzar con la rutina de un nuevo día.
Estaba segura que los sucesos del día anterior con Harry habían sido un producto de mi loca imaginación y de que lo que había pasado, no tenía ningún trasfondo romántico, como lo llegue a pensar en su momento.
Después de media hora, de alistarme y de seguir pensando en miles de tonterías; baje a desayunar con mis padres.
- Buenos días, mami, papi – admitía que al ser hija única era una consentida, claro sin llegar a los extremismos pues también había tenido un época de “rebeldía” en la que hice miles de travesuras inocentes con Harry; como tatuarme un corazón en mi cadera; mientras que él se tatuó un Hi en uno de sus brazos.
Los tatuajes a la edad de 16 años me parecieron algo interesante en él cual experimentar y como mis padres no estaban dispuestos a ceder, Harry me acompaño en la aventura.
Eventualmente me arrepentí de mi decisión pues la experiencia no se me había hecho nada grata, esa fue la primera y última vez que experimente con la tinta en mi cuerpo. Todo lo contrario a Harry, que la experiencia le había fascinado y hasta el día de hoy seguía tatuando su cuerpo. Tatuajes que yo creía lucían increíbles en él y vaya que no era la única que lo pensaba.
- Buenos días hija, ¿Cómo dormiste? – me pregunto mi mamá, dándome un beso en la frente y sirviéndome un plato de hotcakes.
- Bien- tome el tenedor y comencé a devorar el desayuno.
- Iras a la fiesta de bienvenida con Harry– pregunto mi madre, mirándome directamente a los ojos. Las primeras fiestas escolares a las que había asistido había sido en compañía de Harry y Camila, pero las cosas en los últimos años han cambiado, Harry siempre tenía una cita con la que ir y Camila y yo íbamos por lo regular solas.
A pesar de eso mi madre siempre hacia la misma pregunta, sin conocer muy bien el motivo de su persistencia.
- La verdad no lo sé, pero lo más probable es que solo vaya con Camila – suspire con frustración y eso llamo la atención de mi distraído padre.
- No te sientas mal hija estoy segura que este año un guapo muchacho te invitara a la fiesta – expreso cariñosamente, mientras me apretaba la mano.
Esas simples palabras hicieron que algo dentro de mí se fracturará; odiaba mentirle a mis padres. La verdad era que cada año desde la secundaria un diferente muchacho había tratado de llevarme a estas fiestas, pero yo jamás había cedido a ir con ninguno. Camila consideraba que algo malo ocurría conmigo pero yo simplemente pensaba que no eran los elegidos, sabía tener paciencia para encontrar al hombre indicado; aunque mi amiga pensaba que lo más probable era que me quedara solterona de por vida por ser demasiado exigente con los pretendientes.
- Si papá, y si no sucede no pasa nada, estoy feliz yendo solamente con Cami – sonreí enfundándole valor para que entendiera que no me molestaba estar soltera.
En ese momento escuche el inconfundible claxon del carro de Harry, algo dentro de mí se apretó en expectación por volver a ver su rostro, después de mi sueño y lo ocurrido ayer.
- Me tengo que ir, los quiero los veré por la tarde – los bese a ambos antes de salir.
- Hija, porque no invitas a cenar a Harry esta noche con nosotros, debe sentirse solo – expreso mi madre, con una gran sonrisa en el rostro. Ella adoraba a Hazza.
- Claro yo le digo, nos vemos luego.
- Adiós hija – dijeron al mismo tiempo mis padres. Ellos casi siempre estaban en completa sincronía yo quería lo mismo de una relación. Tal vez por eso seguía soltera.
Harry me esperaba afuera del coche, con la puerta abierta para mí; con su habitual sonrisa de ensueño. La sensación en el estómago se volvió a manifestar pero decidí alejarla, no queriendo que arruinara el día de hoy.
- Hola chaparra – se acercó a mí y me dio un casto beso en la mejilla.
- Hola Hazza – me deslice en el asiento y él me cerró la puerta como un caballero.
Entro en el coche y arranco rumbo a la escuela. Los dos nos quedamos en completo silencio el resto del camino, pero era un silencio agradable.
Esa era una de las mejores cosas de estar con Harry, pasar el tiempo con él no significaba siempre estar hablando o haciendo algo; el solo estar el uno junto al otro muchas veces era más que suficiente.
Bueno chicas aqui les dejo otro pequeño capi, veo algunos comentarios gracias a las que estan comentando y les esta gustando.. no se olviden de votar y expresar lo que piensen de a historia.. Besos!!!
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Un Mes Para Seducirte - Harry Styles & Tu (HOT)
FanfictionReseña : Harry Styles, desde la edad de cinco años, tuvo que mudarse a la Ciudad de México, debido al trabajo de su padre. Ahí fue cuando conoció de una manera muy extraña a _________ ___________. Desde un primer momento ellos se hicieron los mejore...