Magia
Un denso humo color violeta emergió entre los vapores del caldero formando caprichosos espirales que se elevaron hasta el techo.
Harry dio un paso atrás, temió haber cometido una estupidez. Severus se acercó lentamente sin poder dar crédito a lo que veía.
— Perdón. —susurró Harry angustiado—. ¿Lo eché a perder?... es que ahí decía que tenía que agregar los tentáculos y...
— No, no te preocupes. —respondió distraído, examinó cuidadosamente la poción, su mente tenía un torbellino de ideas sin ningún orden.
Se suponía que trocear ingredientes y mover calderos no significaba mucha magia, eso lo podría hacer cualquiera, pero había ingredientes especiales que solo debían ser tocados por la mano de un mago, alguien que supiera desprender el poder del ingrediente, en ese caso, el murtlap.
Harry no debía haberlo logrado, la poción tenía que haberse echado a perder, y no era así. Severus miró la poción, el vapor morado que continuaba emergiendo, a pocas personas se levantaba tan alto. Ahí había magia involucrada, mucha magia.
Miró a Harry que aún permanecía inmóvil y preocupado. Decidió deshacerse de sus tribulaciones para sonreírle, ya después hablaría más con él sobre lo que acababa de pasar.
— Felicidades, Harry Potter, acabas de hacer una Poción.
Harry pudo sonreír al fin, le emocionaba mucho saber que había tenido contacto con la hechicería, no se imaginó el poder de la Poción que acaba de hacer, dio por hecho que tenía que tratarse de alguna muy sencilla, tal vez sirviera solo para algo muy básico pues seguramente la magia que Severus había usado recién con Ron era lo que en verdad le ayudaría.0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0=0
Ni Severus ni Harry durmieron nada en toda la noche. Las esperanzas aumentaban para el ojiverde cuando comprobó que la fiebre de Ronald había desaparecido y continuaba sin recaer, aunque aún seguía sin despertar.
Severus le permitió ayudarle en un par de pociones más, y sobre todo, le encomendaba la función de hacer que Ronald las bebiera.
— ¿Porqué sigue dormido? —preguntó cuando la luz del amanecer entró por la ventana, en ese momento Severus usaba su magia para cambiar la ropa de cama por cuarta vez durante la noche, Ron sudaba copiosamente como consecuencia de los efectos de las pociones.
— Es normal, tiene que ahorrar energía. —dijo tranquilamente mientras levitaba las mantas hacia la chimenea y que el fuego hiciera rienda de ellas.
— Conde... ¿podría quedarme con los sobrantes de las pociones? —se atrevió a pedirle—. Me gustaría tener a la mano algo qué darle si vuelve a tener una recaída.
Severus sonrió displicente. Dejó a Ron después de asegurarse que continuaba durmiendo apaciblemente y fue hacia Harry llevándolo de la mano hasta las sillas junto a la ventana que ahora se encontraba abierta para ventilar mejor la habitación.
— Harry, desde los primeros minutos de anoche tu hermano está estabilizado... ¿no te has dado cuenta que ya no tiene fiebre y su respiración es normal?
— Sí, pero eso sucede a veces y luego...
— No le volverá a pasar, las pociones que estamos usando son curativas, Harry. En cuanto terminemos el trabajo, Ronald habrá sanado por completo.
— ¿No me está engañando?
— Te doy mi palabra que digo la verdad.
El rostro de Harry se iluminó, aquello era un sueño convertido en realidad y apenas podía creer que hacía tan pocas horas pensaba que perdería a su hermano, y en cambio, ahora estaba a punto de que la pesadilla terminara para siempre.
Volteó a mirarlo, y ya quería que despertara, quería verlo con fuerzas y volver a salir a pasear y correr con él en el campo como cuando eran niños.
— Le daré una última poción y me iré. —dijo Severus volviendo a ponerse en pie—. Debes dejarlo dormir un par de horas más, Harry, estuvo desechando todas las impurezas de su padecimiento y está débil. En cuanto despierte le ayudas a darse un baño, mezclarás en el agua un preparado especial que le reanimará ¿de acuerdo?
— Sí... y gracias por lo que ha hecho por mí y por mi hermano.
Severus tan solo le sonrió, sentía ganas de abrazarlo y decirle que lo único que le importaba era verlo feliz, pero se conformó con despedirse con una pequeña reverencia antes de salir de la habitación.
Hasta ese momento Harry notó su propio cansancio pero aún no era hora de relajarse, se acercó a Ronald dispuesto a continuar velando su sueño hasta que despertara, quería estar ahí cuando le viera abrir los ojos y saber que su hermano por fin estaba curado.
ESTÁS LEYENDO
Demonios con corazón de azúcar
FanfictionEran dos almas solitarias buscando embaucarse el uno al otro. Sin embargo, sus artimañas quizá no sean tan eficaces cuando el corazón decide entrometerse. Snarry