Capítulo 25

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Cuando Jeongguk llegó a la cocina, ya arreglado para prepararse para su turno en el hospital, encontró a Taehyung sentado en uno de los taburetes con un lindo chonguito en su cabello, aún en pijama y con unos lentes redondos en sus ojos, el menor estaba concentrado trabajando en su computadora. Se acercó por detrás, tomándolo de la cintura y dejó un beso sobre su cabello.

— ¿En serio hablaras con la policia?

Dijo una vez se percató de lo que Tae hacía. El menor suspiró y volteó a verle.

— No quiero hacerlo, tengo miedo de que me quiten a Sunggie. Pero ¿qué más puedo hacer, cielo?

Se recargó sobre el pecho del mayor mientras esté sobaba su vientre. Jeon observó el reloj que colgaba en la pared notando que aún tenía mucho tiempo antes de iniciar su turno y suspiró, se alejó del menor y se sentó a su lado, tocó la barbilla de su amor y sonrió.

— ¿Por qué no lo hablas con los Kim? Tienen mucha experiencia, debieron haber lidiado con algo similar. O al menos pueden orientarte a tomar una decisión que no te perjudique a tí o a Sunggie.

Taehyung volvió su vista a la página de la policia, trataba de investigar y tomar el valor de mandar algún correo para solicitar una cita para contar lo ocurrido. Su novio tenía razón, Seokjin y Namjoon podían ser de gran ayuda, incluso Bogum.

— Está bien, primero hablaré con ellos.

Taehyung se mantuvo calmado y no dejaba de observar la página abierta en la laptop de su novio. Su mente trabajando a máxima velocidad tratando de encontrar una solución a todo ese caos que últimamente lo tenía despierto a altas horas de la madrugada. Temiendo que no pudiera controlar la situación que terminaría por afectarle.

— ¿Estás dudando en hacerlo, verdad?

— Yo... no quiero perder a mi niño.

— Lo sé amor, pero es lo mejor para él y para tí. Una vez se solucione todo podrás estar mas tranquilo.

— No entiendes...

— Lo entiendo amor, pero quiero que también comprendas que debes hacer lo correcto.

Taehyung se dejó consolar por el mayor que dejaba besos de vez en cuando sobre su cabello. Nadie podía entender el miedo que sentía siempre que había una mínima posibilidad de perder a Jisung. Se había encariñado con el menor de una forma apabullante, que temía no volverle a ver. Porque, ¿qué pasaría luego de hablar con las autoridades? ¿Qué pasará cuando decubran la verdad o cuando ese hombre despierte y tenga que llevarse a Jisung? Esa incógnita que flotaba en mil posibilidades y en todas las conclusiones su pecho se oprimía al pensar en no volver a ver a Jisung.

La intranquilidad lo azotaba por las noches cuándo descubría lo mucho que Jisung se había metido a su corazón, lo mucho que significaba en su vida.

Últimamente pensaba lo extraño que fue cuando Jisung llegó a Sring Day, en cómo desde ese entonces su vida había dado un vuelco, sabía que Sung había mentido al decir que alguien lo perseguía porque habían revisado las cámaras al día siguiente y no había nadie sospechoso. Quizá sólo estaba asustado al estar altas horas de la noche, ¿Pero cómo supo que ahí podían brindarle ayuda?

Jeon observaba al castaño que estaba enfrascado en sus propios pensamientos y se preocuba por su bienestar. Sabía que la salud mental de Tae no estaba del todo bien y no quería verle de nuevo en un estado límite donde tuviera que medicarse, por eso trataba de cuidarlo y dedicaría parte de su tiempo libre buscando información que los ayudara de una vez por todas a resolver ese enigma que envolvía a Jisung.

— Lindo, desde ayer estuve pensando en sí decirte esto pero por una u otra forma terminaba desistiendo. No me gusta verte así de triste. Sé que Jisung es muy importante para tí, lo que me dijo hace algunos días también lo es. Estuve creando mis propias hipótesis pero aún no sé si sean coherentes.

Spring Day • KookTae •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora