CAPÍTULO 64

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Eren estacionó su auto y salió de éste, su mirada recorrió lentamente aquel lugar que había abarcado gran parte de su infancia y adolescencia, su escuela, sus ojos se llenaron de melancolía al recordar el sinfín de momentos que había pasado en esta, pero aquellos pensamientos se disolvieron al instante al recordar el verdadero motivo por el que estaba ahí, así que sin perder más tiempo se dirigió al callejón detrás de la escuela.

Al llegar al callejón, Eren se quedó aturdido, los recuerdos de aquel fatídico día hicieron mella en su mente, cada episodio era tan claro, que su pecho dolía al solo recordarlo, en esos momentos podía ver al Eren pequeño, aquel que fue golpeado y permanecía en el piso pidiendo ayuda.

Eren observaba detalladamente cada superficie y alrededores del callejón, al caminar notó que aquel estante viejo aún permanecía allí como si pasara desapercibido frente a los demás, lentamente levanto su mano para acariciar la madera inservible y empolvada, al hacerlo pudo observar las pequeñas marcas que los dientes de Levi habían dejado en ella, dio un pequeño suspiro y continuo con su pequeño recorrido con el único objetivo de saber la verdad, aquellos innumerables sueños lo habían guiado hasta ahí, así que no había marcha atrás, debía recordar a quien realmente le pertenecía ese collar, a quien le pertenecía esa delicada y melodiosa voz.

Con pasos cortos y pesados llegó al lugar exacto donde lo habían encontrado desmayado, su cuerpo de repente se debilitó, sentía un extraño peso sobre todo su ser, lentamente se apoyó contra la pared
y descendió hasta llegar al piso, rápidamente sacó de uno de sus bolsillos aquel valioso objeto y lo levantó hacia el sol como lo hacía en el pasado, repentinamente sintió un intenso dolor de cabeza, muchas imágenes que nunca había soñado aparecieron en su mente por un momento.

"Ayúdenlo... Por favor ayúdenlo... Estamos en un callejón, cerca de Shibuya, vengan pronto por favor, está perdiendo mucha sangre... no tengas miedo, pronto vendrán a ayudarte, no dejare que mueras Eren, tendrás una vida larga, confía en mi"

Eren, quien veía todo borroso, solo pudo apreciar aquel bello objeto que colgaba y brillaba en el cuello ajeno, las palabras de aquel desconocido lo calmaron, al sentir como aquellas manos se alejaron de él, no tuvo de otra que aferrarse al collar, la pequeña silueta se puso de pie y salió corriendo, alejándose cada vez más.

¡No te vayas!

Eren repentinamente abrió los ojos y descubrió que todavía estaba en el callejón, su cuerpo empezó a temblar al saber que aquellas palabras no eran alucinaciones suyas, eran recuerdos, entonces lo dicho por Armin empezaba a perder relevancia, ya que el pelirrubio le había asegurado que al encontrarlo él estaba completamente desmayado ¿Qué escondía Armin? ¿Por qué le había mentido? Y lo más importante ¿Dónde estaba la persona que lo salvó? ¿Qué pasó después de que se desmayó?

Esta vez tenía que comprobarlo el mismo, aunque la verdad estaba en sus narices, antes de que siguiera cuestionandose el sonido de su celular lo interrumpió, al ver el número del contacto, Eren paso la mano por su rostro y contestó.

-Madre ¿Sucede algo?

- ¿Acaso no viste la conferencia de prensa de la familia Fubar? ¡El Señor Ral ya tiene la intención de cooperar con ellos, porque ahora todos piensan que fuiste tú quien mató a Marco Church! ¡Acude inmediatamente al departamento de relaciones públicas para que puedas aclarar todo!

- ¿Por qué debería aclararlo? ¡Yo no lo hice! Averiguare quien me esta incriminando, asi que te pido madre que no vuelvas a interferir en mis asuntos.

Después de colgar el teléfono, caminó hacia el estacionamiento, su mente aún estaba muy confundida, cuando estaba a punto de tirar de la puerta, se tambaleó.

Loto Negro- Ereri (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora