Después de tres años de esfuerzo inútil, todo lo que Levi consiguió fueron unos ojos fríos y un cuerpo lleno de cicatrices. Tan solo podía observar con melancolía aquel anillo en su mano que representaba una promesa rota.
-Adaptación sin fines de lu...
Por largos segundos permaneció con la mirada perdida en la reluciente flor que yacía entre sus manos. – Solo vine a verlo. – su voz sonó monótona.
Farlan dio un paso adelante, toda la ira y dolor contenido fue expulsado en forma de puño hacia el rostro del castaño. - ¡Fuiste tu quien lo atropello! – grito frente al rostro de Eren. - ¡Como te atreves a venir, bastardo!
Eren agachó su dolorido rostro, recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente. La sangre derramada sobre aquel frio pavimento y aquel frágil cuerpo que había sido lastimado por su culpa. – No quise que esto sucediera, sé que todo es culpa mía, pero quiero remediarlo. Me ocupare de todos aquellos que han lastimado a Levi.
Pero yo fui quien le causo mas daño.
A pesar de que gran parte de todo lo ocurrido fue orquestado por Armin, fue él quien conducía el auto, el que Levi este postrado en aquella cama, sigue siendo culpa suya.
Nunca podrá olvidar esa imagen y nunca podrá perdonarse a sí mismo por lastimar a la persona más importante de su vida. Y aquella cicatriz que reposaba en su pecho sería un claro recordatorio de su más angustiante y doloroso día.
- Si quieres solucionarlo, no vengas al hospital a molestar a Levi. Si dices querer ocuparte de todos aquellos que lastimaron a Levi, empieza entonces por ti primero. – una sonrisa socarrona pintó sus delgados labios. – y por supuesto también encárgate de esas escorias que hicieron de su vida una mierda.
- No tienes por qué recordármelo, se perfectamente cómo mover mis fichas y acabar con sus patéticas vidas. – dio un último vistazo al cuerpo que reposaba en la cama, ajeno a lo que ocurría a su alrededor. Finalmente salió de la habitación.
Farlan lo miró con suma profundidad hasta verlo desaparecer de su campo de visión. - ¿A dónde vas? – se dirigió a Erwin quien estaba por tomar el pomo de la puerta.
- Necesito aire. – no necesitó escuchar la respuesta de Farlan, simplemente salió.
- Señor Jaeger. – habló en voz alta, logrando que Eren detuviera su andar. El castaño lo observó con incredulidad.
Erwin se acercó. – Sé lo que pasó con Armin. – Eren giró por completo su cuerpo, tratando de entender que es lo que realmente quería el hombre. – Me refiero a lo del video, también sé que está buscando una manera de derrotar por completo a la familia Fubar. Yo...Puedo ayudarlo.
Los ojos de Eren lo miraban con cautela y a la vez intriga, cruzo los brazos mostrando una pose de seguridad. - ¿Cuáles son sus condiciones?
Erwin negó con suavidad. - Sin condiciones, en cierta forma puedo entenderte, estas pagando con creces cada uno de tus errores y estás tratando de remediar cada uno de ellos por la persona que amas, por eso te admiro mucho.
Eren descruzo sus brazos y dirigió sus manos a sus bolsillos. – Te daré un pequeño consejo. – sus ojos observaron aquellos irises azules repletos de sólida tristeza. - Deja atrás tus sentimientos por Church, no dejes que tu amor unilateral te ciegue.
Erwin sonrió, aquel débil gesto estaba lleno de melancolía y amargura.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
