- ¡Qué acabas de decir! ¿Cómo te atreves a pronunciar ese maldito nombre? -Eren apretaba la pequeña mano con más intensidad, sin importarle la expresión dolorosa en el rostro del pelinegro.
Levi intento zafarse utilizando todas sus fuerzas, pero era más que obvio que la fuerza de Jaeger era mayor a la suya.
-Suéltame.
Eren apretó los dientes con fuerza y miro fijamente al más bajo. -¿Por qué pronuncias su nombre de forma tan suave? ¿Acaso ustedes dos tienen un contacto mucho más cercano?
-No es asunto tuyo. ¡Suéltame! ¡No quiero que me toques!
El nombre de Farlan había salido de manera inconsciente, ya que Levi siempre solía cuidarlo y curarlo, Church parecía un pequeño niño muy activo y curioso, siempre solía ser así desde la escuela.
Levi estaba escribiendo una melodía en la habitación del segundo piso cuando de pronto escuchó un sonido, debido a su lesión su andar era un poco lento, antes de que diera un paso fuera de su cama la presencia de Farlan se hizo presente en su habitación. El rostro del muchacho mostraba un pequeño hematoma y sus rodillas estaban lastimadas.
- ¿Qué te pasó Farlan? Tus piernas...
-Tuve una pequeña caída. -El más alto hablo de manera avergonzada. -Ahora ambos compartimos algo en común ¿No es gracioso?
-No lo es.
-Es verdad, lo siento.
Levi suspiró al notar el semblante decaído de Farlan. -Ambos somos un par de lisiados.
Farlan vio como una pequeña, casi inexistente sonrisa se formaba en aquel rostro pálido. -Lo somos Levi ¿puedes ayudarme a aplicar la medicina?
-Está bien.
A partir de entonces, cada vez que Farlan se lastimaba, el pelinegro acudía hacia el para curarlo.
Eren, al ver al pelinegro perdido en sus pensamientos enfureció aún más, sus ojos estaban inyectados en sangre pura. -Espero que no olvides lo que prometiste, y me cuidarás hasta que me recupere.
Levi lo observo con detenimiento tratando de analizar aquellas palabras. -La medicina ha sido aplicada. No necesitas mi atención, es mejor que me retire, además el que ocasiono todo este embrollo fuiste tú. -Levi dio la vuelta con la intención de al fin retirarse, estaba cansado del trato de su ex esposo.
- ¡Alto! - Eren levantó la mano para evitar que Levi se fuera, olvidando que era el brazo lesionado.
Levi observo como el rostro del castaño se transformaba debido al dolor. -¡Acaso eres idiota! Recuerda que no puedes mover tu brazo. -El pelinegro negó con la cabeza. -Es mejor que descanses, tu comportamiento me recuerda a Far...a un niño.
Eren simplemente permaneció en silencio mientras sostenía su hombro con mucho cuidado, cuando descendió la mirada noto como las manos de Levi se apretaban con fuerza, Eren sabía que tenía que alejarse y dejarlo en paz, pero su corazón se lo impedía por más que aquello sonara egoísta, aquel bello pelinegro aún mantenía la misma esencia a cuando era más joven, siempre preocupándose por el bienestar de los demás tal como lo estaba haciendo con él.
Al día siguiente, Levi nuevamente hizo aparición en el hospital tal como Eren se lo había pedido.
El pelinegro entro de forma silenciosa a la habitación, se dirigió a la pequeña mesa y cogió el ungüento, a pasos lentos caminó hacia el castaño y se sentó junto a él, de forma delicada empezó a esparcir la crema, las yemas de sus dedos recorrían cada moretón con suavidad y cuidado, los minutos pasaban y ninguno se atrevió a soltar ni una sola palabra, el ambiente era tan tenso y rígido que parecía sofocarlos en aquellas cuatro paredes. Pero aquel incómodo silencio fue interrumpido por el celular de Levi, el pelinegro mentalmente agradeció a aquella persona que lo estaba llamando. Sacó su celular, pero antes de contestar dio una ligera mirada a Eren, quien parecía estar concentrado en su celular, sin perder más tiempo se dirigió hacia el balcón y contestó.
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Loto Negro- Ereri (Adaptación)
RomanceDespués de tres años de esfuerzo inútil, todo lo que Levi consiguió fueron unos ojos fríos y un cuerpo lleno de cicatrices. Tan solo podía observar con melancolía aquel anillo en su mano que representaba una promesa rota. -Adaptación sin fines de lu...