🏆 Finalista de los Premios Wattys 2022 🏆
Zoe y Rhett.
Rhett y Zoe.
Una relación complicada.
Ambos se odian y no pueden ni verse, pero Rhett le fascina molestarla, es uno de sus pasatiempos favoritos. En cambio, Zoe ya tiene sus propios problemas c...
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«Trataba de hacer lo posible para que nadie rompiese las barreras que tanto me habían costado construir. Solo esperaba que Rhett no las destruyera en segundos para que conociera quien era la verdadera Zoe... De saberlo, se alejaría de mí para siempre y prefería tenerlo a mi lado a pesar de que fuéramos enemigos»
Zoe.
Mayo había comenzado y con ello, la alegría de unos jóvenes que pronto acabarían su segundo año de carrera. El tan deseado mes de mayo, el cual era el más complicado, pero el mes, el cual, se avecinaba el verano. Un verano que sería muy interesante para cada integrante de aquel grupo de amigos.
Ahora, todos ellos se encontraban en alguna de las hermosas playas de Los Ángeles, cada uno con una preocupación diferente, con un secreto distinto. Cada uno estaba haciendo algo que le gustaba.
Izan y Rhett estaban jugando al baloncesto, siendo Izan el que estuviese ganando aquel día para sorpresa de sus amigos, el cual siempre solía ganas Rhett al ser la estrella del equipo. Pero ese día parecía distraído por algo o, quizás, por alguien.
Blue estaba sacando fotos de la playa, las personas que caminaban y de como el sol empezaba a caer poco a poco, dejando aquel color anaranjado del cielo tan hermoso y bello. La sonrisa de aquella pelirroja no pasó desapercibida para Faith, la cual la observaba en silencio, deseando hablar para pedirle perdón por lo que ocurrió en la fiesta.
Y por último y no por ello la menos importante, se encontraba Zoe, sentada en la arena, dejando que las últimas horas de sol le dieran en su piel delicada, pero el libro que casi siempre la acompañaba estaba a su lado, dejando que ella le leyera y pasara las páginas con aquella delicadeza y cariño que le tenía a todos sus libros.
Pero lo cierto es que no estaba del todo centrada en su lectura y cierto joven de cabello oscuro, alto y musculoso, que practicaba baloncesto a varios metros de ella, la hacía dejar de mirar a su libro para observarlo a él.
Rhett, el cual no dejaba de botar el balón mientras Izan defendía su canasta, distraía a Zoe por cada gesto de ese joven. Como sus músculos, su torso, sus brazos, se movían por cada movimiento que él hacía. Por no hablar de aquellos abdominales bien definidos que él trabajaba y que Zoe le fascinaba ver, aunque prefería fingir que no le gustaba verlo sin camisa. Aunque ya Rhett sabía que ella fingía, al igual que Zoe sabía que Rhett fingía que no le afectaba la mirada de ella hacia él.
Ambos se conocían, tanto de una forma u otra. Y empezaban a conocerse ahora sin ropa y les gustaba mucho más de lo que pensaban.
Rhett comenzó a correr, esquivando a Izan y luego saltando hacia la canasta, tocándola con los dedos mientras encestaba en un mate perfecto. Y todo ese recorrido, lo observó Zoe mientras se mordía el labio al ver lo guapo que era y como disfrutaba de verlo sin camisa.
Faith se sentó al lado de Zoe, observando cada gesto de placer de la rubia al ver al supuesto enemigo que tenía. Negó con la cabeza mientras la seguía mirando, divertida de verla así.