Secreto A Voces [+18] ✔️ (COMPLETA) #PGP2023

D O C E | M Á S 🎡

«Fue una noche, solo una noche. Así debía entenderlo él y por eso se lo había dejado claro aquella noche»

Zoe.

El sonido de algunos coches junto con el cantar de algunos pájaros, hizo despertar a un joven que se encontraba solo en la cama.

Rhett empezó a abrir los ojos y a mirar hacia el otro lado de la cama, —la cual estaba vacía—, y arrugó su frente, preguntándose donde estaba ella. Las tórridas imágenes comenzaron a hacer huella en la mente de Rhett, quien recordó cada segundo de lo que había ocurrido.

Después de haberlo hecho, al rato, ambos volvieron a acostarse, a tocarse, a sentirse... Parecía que sus cuerpos ya se conocían muy bien y eso que la noche anterior era la primera vez que lo hacían ambos.

Cuando ya no pudieron más, ambos se quedaron un rato mirándose en la cama de Rhett, observándose con una sonrisa en el rostro y, más tarde, se quedaron dormidos. Pero Rhett no supo por cuanto tiempo Zoe estuvo ahí, a su lado. Y ahora se encontraba solo.

Esperaba levantarse y encontrarla en algún lugar de su piso, quizás en la cocina, en la ventana mirando las vistas mientras se tomaba un café o en el baño. Pero al levantarse, su ropa no estaba, no había signos en la cocina de que alguien hubiese tocado su café y el baño se encontraba con la puerta abierta, lo que no se encontraba en ese piso la joven rubia.

El joven tomó sus pantalones vaqueros y, con solo esa prenda de ropa, junto con los pelos revueltos, cualquier vecino podría saber que la noche anterior había tenido una noche muy animada y placentera.

Por no hablar de los labios hinchados de Rhett y que había conseguido Zoe de tantas veces que se habían besado y que él la había besado en otros sitios prohibidos. Aún el cuerpo de Rhett tenía la esencia de Zoe, el perfume natural de ella que se había quedado en cada poro del joven.

Abrió la puerta de su piso, caminó el metro que separaba sus pisos y comenzó a tocar la puerta de Zoe, en busca de explicaciones del motivo por el que se había ido sin avisarle.

Sus pies descalzos empezaban a sentir el frío suelo, pero a él le dio igual.

Mientras, sus temores empezaron a hacerse realidad, cuando creía que Zoe se habría arrepentido de acostarse con él aquella noche y el joven, al ver que la muchacha no le abría la puerta, sujetó sus manos en cada lado de la puerta de la joven y se apoyó, negando con la cabeza.

Volvió a intentarlo mientras comenzaba a hacer algo de ruido para sus vecinos.

—¡Zoe! ¡Ábreme! —gritó dando fuertes toques, para que la joven rubia lo escuchase—. Tenemos que hablar de lo de anoche —murmuró en voz baja, para que solo fuese un secreto entre ambos y los vecinos no fuesen chismosos.

Pero su vecina cotilla, la que estaba al otro lado del pasillo y había visto todo lo que deseaba ver la noche anterior, salió de su piso y se apoyó en el marco de la puerta, abrigándose más con su albornoz rosado. Sonriendo delicadamente al ver tremendo hombre semidesnudo a metros de ella, disfrutó de las vistas aun sabiendo que él era 30 años más joven que ella, pero mirar de lejos y que la otra persona fuese mayor de edad, no era pecado ... O eso era lo que siempre decía la vecina a sus amigas.