«Echaba de menos al Rhett que conocí de pequeña, al que no me odiaba»
Zoe.
—¿Tu has entendido algo de la clase de hoy? —le preguntó Blue a Zoe, la cual tenía varias cosas que hacer a partir de las 9 de la noche y no paraba de darle vueltas a ese tema.
Al escuchar a su amiga, la miró y cuestionó;
—¿Quieres que te ayude en este tema, Blue?
La joven asintió.
—Si, por favor.
Zoe asintió y volvió otra vez a recordar lo que haría esa noche y su desgana aumentó, deseando no tener ese secreto ha nadie. Pero ahí estaba su compañero, vecino y ex amigo, Rhett, para molestarla cuando menos podía defenderse cuando pensaba en sus problemas.
—No te fíes mucho de Zoe, tiene la costumbre de aparecer en sitios insospechados.
Rhett era un jugador de baloncesto, por lo siguiente era mucho más alto que todo el círculo de amigos, pero Zoe también era bastante alta por la genética de su padre, también rubio y guapo, pero Rhett le sacaba una cabeza a la joven a pesar de ello.
Rhett se percató de lo que acababa de decir, al recordar nuevamente su sueño erótico con la joven y carraspeó, sabiendo que había metido la pata.
—¿Qué? Yo no hago eso —susurró la muchacha, con una voz apagada.
Rhett arrugó su frente, porque lejos de que no se llevasen bien, la conocía y conocía muy bien todos sus tonos de voz. Y ese tono era cuando no se encontraba bien y se preguntó si algo tenía que ver por los mensajes recibidos en clase.
Sintió preocupación por la joven y quiso hablar con ella, pero a la vez recordaba que ella se había portado mal con él cuando hace años. Por lo que se mordió la lengua.
—Olvida que lo he dicho.
Zoe negó con la cabeza y volvió su mirada hacia un punto fijo mientras Blue hablaba con Rhett y, este último, miraba a una Zoe bastante perdida en su mundo. Y odió verla así, lejos de las malas vibras que habían entre ellos, por un motivo que solo Rhett sabía.
Rhett era injusto con Zoe desde aquel día, pero ambos desconocían los hechos completos, tanto él, como ella. Y si un día hablasen, quizás conocieran que era lo que realmente había sucedido aquel día.
El cerebro tenía por costumbre que, cuando presenciábamos algo, pero habían cosas que no lo veíamos del todo, el cerebro las imaginaba para llenar esos vacíos que había dejado. De ahí a que tuviésemos siempre imágenes o recuerdos bien diferentes a como realmente lo habíamos vivido. El cerebro tenía esa mala costumbre de hacernos creer algo que no habíamos presenciado, solo para no tener espacios en blanco.
ESTÁS LEYENDO
Secreto A Voces [+18] ✔️ (COMPLETA) #PGP2023
Romance🏆 Finalista de los Premios Wattys 2022 🏆 Zoe y Rhett. Rhett y Zoe. Una relación complicada. Ambos se odian y no pueden ni verse, pero Rhett le fascina molestarla, es uno de sus pasatiempos favoritos. En cambio, Zoe ya tiene sus propios problemas c...