Secreto A Voces [+18] ✔️ (COMPLETA) #PGP2023

N U E V E | F I E S T A 🎡

«No parábamos de discutir y no llevaba bien estos sentimientos que se estaban volviendo a meter en mis entrañas»

Rhett.

La noche llegó rápidamente y Rhett, gracias a que se había desahogado en la cancha para quitar toda esa energía que tenía dentro de su cuerpo, se encontraba saliendo de la ducha, para prepararse.

Prefirió prepararse con algo simple, sin más preámbulos. No tenía la noche para celebraciones, pero tampoco quería estar esa noche solo con el sueño dando vueltas por su cabeza.

La noche en Los Ángeles estaba llena de vida y un grupo de jóvenes iban a celebrar, siempre que podían, esa experiencia de aquella ciudad, mientras estuvieran estudiando en la universidad. Disfrutarían del momento, pero siempre con moderación.

Rhett se observó en el espejo, sin poder dejar de pensar en esa chica, comiéndose el coco por cada minuto que pasaba. Sabía lo que significaba y aceptó lo que le ocurría, deseando poder cumplir esos sueños eróticos en realidad.

Alejaba la idea de que fuesen algo más por una simple noche, pero no vendría mal para ambos tener una noche salvaje. Aunque el joven no dejaba de pensar que eso estropearía algo que tuviesen ellos alguna vez, pero, por otra parte, ya no había nada que estropear porque ya se había estropeado mucho antes.

Negó con la cabeza, quitándose la idea de tener una noche de desahogo con Zoe y prefirió seguir con su vida hasta que esas ganas se le fuesen yendo con el tiempo.

Rhett, preparado, tomó las llaves de su coche y su cartera, para luego salir de su piso, encontrándose a una Zoe hermosa, con una ropa que, aunque no se veía nada, podría notarse el cuerpo esbelto y perfecto de ella. Zoe era todo un pecado y Rhett lo sabía a la perfección. Los años y la genética de ella la habían hecho toda una hermosa mujer, fuerte e independiente, pero lo que él sentía antes de enfadarse con ella, incluso después, era algo muy valioso que muy pocos comprenderían sobre el amor. Pero Rhett sabía que él y ella jamás llegarían a nada, por lo que prefería seguir con la misma línea de lejanía con ella, y el tiempo le fue enseñando que entre ellos no debía haber nada.

Él aprovechó para observarla de reojo y sacudió su cabeza para evitar recordar, nuevamente, aquellas tórridas imágenes que volaban en su mente.

—¿Esperándome? —cuestionó, cerrando la puerta de su piso.

Y Zoe dejó de mirar hacia un punto fijo, pensando en lo que pasaría al día siguiente y lo observó.

Sus brazos estaban cruzados y Zoe llevaba poco maquillaje, pero se veía como sus ojos se resaltaban más gracias a ese pequeño detalle que solía hacerse.

Hizo una pequeña mueca con su boca y, aprovechando que Rhett estaba de espaldas cerrando la puerta, observó el trasero redondo de su vecino, el cual era perfecto gracias al deporte. Se mordió el labio sin quererlo y se imaginó ciertas posturas de él con ese trasero y con sus pantalones en el suelo de su cuarto. No lo desechó, porque sabía que Rhett jamás se daría de cuenta de ello, y prefería utilizar su imaginación con él, a sabiendas de que nunca llegarían a nada entre ambos.