Capítulo 9

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Aún me sentía conmocionada por lo que acaba de pasar en mi casa, aún no podía procesar la idea de lo que había ocurrido y caminé por un largo rato, paseé por muchos lugares tratando de entender cuando todo se deterioró entre nosotros.

Mi vida se había convertido en una montaña rusa de subidas y bajadas, una más grande que la anterior y no encontraba la estabilidad que necesitaba y con mayor razón en estos momentos cuando alguien más dependía de mí.

Había pasado mucho tiempo y decidí acudir a la casa de mi hermana, hubiera preferido no hacerlo, pero ella era capaz de tranquilizarme en mis peores momentos.

Aún no le había contado de mi embarazo, aunque no planeaba ocultárselo, pero estaba esperando culminar el primer trimestre, para poder revelarlo, aunque la situación ameritaba que hablara con ella y estaba segura que me iba a ayudar a tomar una decisión.

No le había avisado, así que estaba muy sorprendida cuando me vio al abrir su puerta, no la dejé hablar porque ya me encontraba abrazándola.

-Emma ¿Qué ocurre? me estás asustando – quise responder, pero no podía dejar de llorar. – Emma tranquilízate, dime algo por favor.

Tras varios minutos de llanto pude calmarme, ella me había hecho pasar a su casa y nos encontrábamos sentadas en su mueble, me había traído un vaso con agua para ayudar a que me tranquilizara. Pilar tenía la capacidad de serenarme y traerme a la tierra cuando lo necesitaba. Sus consejos siempre fueron valiosos para mí y hoy más que nunca los necesitaba.

-Emma, es necesario que me digas qué está pasando, me estas asustando ¿Fue Rodrigo? ¿Te hicieron algo? Dime algo por favor.

-Fue Rodrigo, fue horrible, nunca lo había visto así – tan solo mencionar lo que me había pasado me había hecho llorar nuevamente - hoy fue a la casa, lo desconocí, era otro. Comenzó a acusarme de haberlo engañado, con uno de nuestros amigos que tenemos en común, dice que le contaron que me vieron almorzando con Javier y cree que tenemos algo.

-¿Necesito que me digas específicamente que te hizo? ¿Te golpeó?

-No, pero fue tan brusco conmigo hasta intentó forzarme, estaba como loco, comenzó a decirme que me había hecho la víctima, así que quiso que estuviera con él, no fue mayores, pero me asustó mucho.

-¡Maldito infeliz! – Pilar no se detuvo a la hora de insultarlo y la entendía – Emma, tienes que denunciarlo, esa es una forma de agresión y no puedes dejar pasar lo que ha hecho y si no lo haces tú, lo haré yo, a esta clase de personas hay que detenerlas a la primera.

-No llegó a agredirme, solo me besó a la fuerza, tal vez sus intenciones eran otras, pero se detuvo cuando me vio llorando, eso lo hizo reaccionar y comenzó a pedirme perdón por lo sucedido.

-¿Estás segura que no te agredió? – Pilar seguía insistiendo porque sabía que forzar a una persona no es algo que se debe dejar pasar.

-Estoy segura, no tengo ninguna muestra de agresión, si estoy así es porque me asustó mucho su comportamiento, nunca lo había hecho, pero los celos le carcomieron la cabeza.

-Sabes que esa no es una justificación.

-Lo sé, pero también lo conozco, sé quién es Rodrigo y de lo que es capaz de hacer – Pilar se había tranquilizado un poco en lo que le había dicho y también sabía que había llegado el momento de decírselo.

-Pilar, hay algo que tienes que saber, lo cual me preocupa más por lo que acaba de pasar y me tiene muy asustada, no que sé que haré y siento que esto solo es el inicio de todo.

-¿Hizo algo más? Emma si tú no te atreves a denunciarlo, yo lo haré no puedo permitir que te haya hecho algo más – respiré profundo y lo solté de una, era mejor así antes de seguir con rodeos.

Mi decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora