Capítulo 7

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Hace 5 meses

-No te costaba nada avisarme que ibas a venir a la casa – se lo dije mientras me paraba en el umbral de mi cuarto mientras él permanecía echado en mi cama.

-Estaba cerca y quería recoger unas cosas, no creí que te ibas a molestar por venir un rato.

-No me molesta que hayas venido, lo que sí me causa incomodidad que estés echado en mi cada y sin ropa.

-No estoy desnudo, solo me quité la camisa, he tenido un día muy agotador, vi la cama vacía y me dio ganas de descansar.

-¿Y cómo explicas que estés sin camisa? Ahora me vas a decir que no puedes echarte con ropa en la cama.

-Lo de la camisa tiene otra explicación, se me cayó un poco de jugo y se me manchó, quise buscar ropa, pero no encuentro nada de mis cosas. Además, estaba muy cansado y decidí descansar un rato.

-Eres un pésimo mentiroso, si quieres te traigo tu ropa, lo que dejaste está en una maleta en la lavandería.

-¿Harías eso por mí? Que linda persona eres – su comentario irónico solo estaba haciendo que mi enojo aumentara.

-Haría todo lo que estuviera a mi alcance con tal que te vayas.

-Sabes que eso no es cierto, creo que siento un poco de temor – fue levantándose de la cama, sabía cuáles eran sus intenciones.

-Cree lo que quieras, pero sal de mi cama y retírate.

-Nuestra cama o ¿ya cambiaste de colchón?

-No sé a dónde quieres ir con esto, pero vete por favor – realmente me estaba poniendo nerviosa.

-¿Me tienes miedo? – me preguntó mientras se acercaba a mí. Su actitud hizo que fuera retrocediendo lentamente, pero de pronto me golpeé contra la pared, no tenía escapatoria.

-Sabes que no, solo que me incomoda tu presencia, ya no hay motivos para que estés acá - traté de sonar lo menos asustada posible, pero él me conocía muy bien y sabía lo que estaba sintiendo.

-Pues, no te creo. Tú también eres una mala mentirosa – lo dijo mientras daba un ligero toque a mi nariz – por cierto, hoy estas muy bonita, esa blusa te queda muy bien, aunque no me agrada mucho la idea que se trasluzca tu brasier.

- ¿Y crees que porque no te agrade que se trasluzca me la voy a dejar de poner? No entiendo qué ganas con todo esto y más porque sabes que nunca dejé que me dijeras que debía ponerme – definitivamente estaba perdiendo la paciencia con él – sabes que Rodrigo, mejor quédate, la que se va soy yo - traté de alejarme, pero ya había cogido uno de mis brazos.

-Suéltame Rodrigo.

-No lo haré, ahora lo que menos quiero es alejarme – mientras una de sus manos cogía mi brazo, la otra me atraía hacia su cuerpo.

-Es mejor que te vayas – trataba de zafarme de su agarre, pero sabía que era imposible.

-No, no es lo mejor y lo sabes muy bien – rápidamente se apoderó de mi boca y aunque pensé en alejarlo, no lo hice, extrañaba demasiado sus besos y no sé cuánto tiempo llevábamos besándonos, me había hecho mucha falta.

-Lo siento – no entendí porque se disculpaba, pero luego todo fue tan claro, había roto mi blusa – no puedo dejar que otros vean lo que es mío, lo que yo he tocado y sigo tocando – ese comentario había matado toda la emoción que sentía en ese momento.

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