Capítulo 25

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Hace cinco años


Saber que Rodrigo me estaba esperando en el departamento no era un suceso que quisiera afrontar, me había costado mucho animarme a salir nuevamente, tenía que olvidarlo, pero tenerlo en frente no iba a ayudar en mi proceso.

Efectivamente estaba en la puerta, sentado mirando su celular, cuando me vio se puso de pie y tras un leve escaneo de mi apariencia, pude ver como su expresión se endureció.

-¿Besa muy bien? – su pregunta me sorprendió, obviamente se dio cuenta que había besado a mi compañero.

-No sabía que te importaban esa clase de detalles – no respondí su pregunta, no podía hacerlo.

-Contigo sí me importan, por lo visto estás avanzando muy rápido con él.

-Es mejor que te detengas ahí, no voy a permitir que mi insultes, cuando tú sabes perfectamente que solo actué de esa manera contigo.

-No estoy insinuando eso, pero vi su cercanía y no es algo usual en las primeras citas.

-Si es usual o no, eso me corresponde a mí decirlo– esta conversación me estaba desesperando y no sabía a dónde iba a llegar – puedes darme permiso, quiero ingresar al departamento.


Rodrigo se movió del lugar y pude abrir la puerta, por más que le dije que se vaya, ingresó y se acomodó en el sofá más cercano.


-Tu labial está corrido y tu cabello está desordenado a la derecha, así que fue un beso apasionado.

-Esa información es personal, no te incumbe – estaba perdiendo la paciencia y más porque yo sola me había delatado, debía arreglarme antes de llegar a mi piso – me puedes decir a qué has venido.

-¿Ya me olvidaste? – me miró fijamente y yo guardé silencio – ¿cómo interpreto que te quedes callada?

-Sigo sin entender el motivo de esta conversación, creo que las cosas entre los dos quedaron claras.

-¿Claras? No recuerdo que me hayas dejado hablar cuando me dejaste, tú sola interpretaste todo y ni me preguntaste que quería.

-Pasaron meses Rodrigo, compartíamos todo y yo me cansé de esperar.

-Estar en una relación es de dos, si tú querías que definamos lo que eramos, podíamos haberlo conversado, pero decidiste que yo no te quería y te asustó que mi hermana se enterara de lo nuestro.

-Porque no quería perder su amistad, te expliqué cuán importante es para mí.

-¿Crees que para mí no? Es mi hermana Emma, obviamente me importa lo que piensa, pero soy adulto y yo decido con quien salgo y con quien no. Ella no puede decidir por mí y yo me enamoré de ti y no iba a dejar que Gaby se interpusiera.

-¿Por qué ahora? ¿por qué esperaste tanto tiempo en decírmelo?

-No todos reaccionamos de la misma manera cuando nos enamoramos, creía que compartir contigo te demostraba lo que sentía, pero al parecer fue todo lo contrario.

-Me confundía mucho

-Tanto como para cambiarme

-No lo metas a él, no sabe nada de esta historia.

-Pero está siendo parte de la nuestra, acaba de besarte ¡Por Dios! ¿Cómo quieres que reaccione?

-No te estoy engañando, no te confundas.

Mi decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora