Capítulo 12

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Hace 5 años.


-Aló ¿Qué pasó amiga? ¿Todo bien?

-Hola Em, disculpa que te llame a esta hora, sé que es tarde, pero no sabemos nada de Rodrigo, me dijo que regresaba después de dejarte, no ha venido a casa y no responde su celular – notaba en su voz mucha preocupación.

-Me dijo que le dolía un poco la cabeza y que prefería irse a su casa a descansar, pensé que les iba a avisar que ya no regresaría. – traté de darle tranquilidad en este difícil momento - Debe estar descansando Gaby.

-Eso espero amiga, mi mamá está angustiada y bueno mi papá trata de tranquilizarla.

-Es importante que mantengan la calma, de seguro en un rato se comunica con ustedes o llámalo mañana temprano, no creo que le haya pasado algo.

-Tienes razón, pero que le costaba avisar que no regresaba, a veces se comporta de una manera tan inmadura.

-No reniegues amiga, ya mañana le reclamas. Vas a ver que está bien y en casa durmiendo.

-Hasta pensé en ir a buscarlo, pero está bien, me dejas más tranquila Em, ya hablaré con él y va a escucharme por preocuparme así.

-Tranquila, se le debe haber pasado.

-Descansa amiga, te dejo dormir y gracias, un beso.

-Tú también, un beso.

Tras colgar la llamada coloqué mi celular en la cómoda que estaba al lado de mi cama, respiré profundamente porque sabía que mi amiga estaba muy preocupada por su hermano, giré y abracé su cuerpo.

-No te costaba nada mandarle un mensaje diciéndole que no regresarías.

-No entiendo porque hacen un show.

-Están preocupados.

-No soy un niño y ellos lo saben.

-Gaby va a matarme cuando se entere.

-Tranquila Emma, no tiene por qué enterarse. Además, somos adultos y sabemos qué hacemos.

-Me refiero a que acabo de mentirle, no por lo que hicimos.

-Entonces te sientes mal porque le mentiste a mi hermana y no porque has tenido sexo con el hermano de tu amiga – identifique un tono diferente en su voz, se estaba riendo de la situación.

-La base de toda amistad es la confianza y yo acabo de faltar a ello.

-Creo que ese tema lo podemos conversar en otro momento – mientras decía esto sentí como su mano recorría mi espalda.

-Y si no hablamos de lo que acaba de pasar ¿qué podemos hacer? – sonreí por las caricias que me estaba dando.

-Tal vez podríamos seguir disfrutando esta cómoda cama, aún no amanece.

-Es cierto, la noche aún no acaba.

No fue necesario decir más, rápidamente Rodrigo se posicionó encima de mí y me besó. Fue una larga noche en donde ambos nos conocimos a la perfección.


Actualidad.


-No imaginé encontrarte acá, pero como me dijiste esa vez en la casa las cosas han cambiado.

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