Una semana más fue lo que bastó para que el segundo piso estuviera listo, casi completamente. Lo único que faltaba era que pintaran las paredes, y mirar el juego del los Mets en una tableta mientras acababan con la última habitación, no fue la mejor de las ideas.
—¡Va el batazo elevado por parte de Hanser Peña! —decía el relator en los pequeños parlantes de Stiles que hubo conectado al dispositivo— ¡Sin embargo, la espera Brandon Nimmo! ¡Qué captura!
—¡Oh! ¡Sí, bebé! ¡Tú puedes! —gritó Eli, mediante sus ojos se abrían enormes y su sonrisa de felicidad se extendía.
Su adorable overol de arcoiris estaba intacto mientras que sus mejillas estaban manchadas de pintura color verde frost.
Jon tenía un overol azul francia al igual que Jordan, y Stiles y Derek tenían en color negro, todos manchados de pintura de los pies hasta la punta de sus cabellos.
Stiles se agarraba la cabeza de los nervios mientras veía el partido pero suspiró aliviado cuando el jardinero atrapó la bola y la lanzaba con confianza. Era un tiro ganador.
Aunque iban casi dos horas de espectadores, Derek no daba crédito a lo ridículamente parecidos que eran Eli y Stiles hasta cuando veían el partido de su equipo favorito. Ellos eran californianos y aún así eran increíblemente fanáticos de los Mets de Nueva York.
Entretanto Jonathan escuchaba música country en sus audífonos, absorto del griterío, pintando pacientemente la pared con una brocha, Jordan se reía por la expresión de Derek, que a veces se quedaba boquiabierto cuando el adolescente y el adulto le soltaban insultos a la pequeña pantalla.
—Así como aprendió a andar en skate a los tres años, Eli se volvió fanático de los Mets porque papá y el abuelo no eran capaces de perderse ni un partido —le comentó a Derek al tiempo que los dos castaños seguían frente a la tableta—. Nunca me canso de verlos así. Aunque a veces son insoportables.
—Yo ya me estoy cansando —murmuró el mayor, pasando la brocha por la esquina. Por supuesto lo estaba diciendo en broma porque estaba encantado con los dos. Realmente lucían tan felices y cómodos. Jordan supo lo que Derek pensaba y Derek suponía que su hijo sabía lo que estaba pensando. Podían comunicarse con la mirada.
—Prométeme que cuando cumpla la suficiente edad para saber que viviré una experiencia inolvidable, me llevarás a ver un partido de los Mets contra los Dodgers al mismísimo Nueva York —se aventuró Eli hacia su papá humano.
—Por supuesto que sí. Cumpliremos juntos ese sueño —aceptó Stiles, entusiasmado. Él también quería hacer eso hacía mucho tiempo, pero ir solo no era una opción.
—No necesariamente tenemos que esperar a que ustedes nazcan y crezcan para hacerlo —terció Derek, y esbozó una mueca de socarronería cuando Jon se quitó las audífonos—. Podemos ir de paseo ahora.
Eli dejó caer su brocha que ya tenía pintura parcialmente seca puesto que llevaba mucho tiempo sin pintar, y corrió hacia su papá más alto. Se lanzó a él y le dio un efusivo abrazo que casi lo arrojó contra la pared recién pintada.
Su flacucho hijo era tan alto como Stiles pero lo suficientemente liviano para sujetarlo. Le respondió con gusto y acarició su espalda. Sentir como suya propia todas y cada una de las emociones del joven muchachito fue razón basta para devolverle el mismo cariño que él estaba expresando.
—¿En serio? —preguntó Stiles con estupefacción— El próximo partido de nuestros equipos se juega dentro de dos semanas y tenemos que volver a la comisaría.
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Error 16 | Sterek |
FanficLos trillizos Eli, Jon y Jordan vienen dieciséis años del futuro, justo en el punto donde sus padres Stiles y Derek ni siquiera muestran indicios de una posible relación. Un error en esa linea de tiempo podría provocar la peor de las catástrofes. ¿...