Eli se tapó las orejas con ambas manos y se alejó unos pasos para atrás chocando la espalda con torpeza contra un mueble donde algunas cosas solo se tambalearon pero un frasco de vidrio se precipitó al suelo, haciéndose trizas y esparciendo el perfume por toda la habitación.
Los latidos del corazón de Ariel lo estaban aturdiendo, o seguro era el suyo propio el que iba demasiado acelerado, pero la expresión del pelirrojo era de total preocupación, así que ambos debían estar muy asustados para que sus nuevos sentidos de lobo estuvieran tan descontrolados.
—¡Carajo! —se quejó adolorido cuando oyó el rechinar de la llave de la ducha apagándose apresuradamente, e igual de rápidos se oyeron los ruidosos golpeteos de los escalones.
Jordan fue el primero en entrar a trompicones a la habitación con una toalla envuelta en su cintura, empapado de pies a cabeza y el cabello completamente aplastado por el agua, dejando a su paso un camino jabonoso porque aún se veían rastros de shampoo en su cabeza y torso. De seguido apareció Jonathan por la puerta con gesto alarmado y ansioso de saber lo que ocurría, pero resbaló con el jabón y se cayó de espaldas.
—¡Jon! —exclamó Eli e hizo ademán para acercarse a ayudarlo pero no fue gran cosa ya que se volvía a levantar sin ningún inconveniente.
—¿Estás bien? —inquirió Ariel, quien estaba al otro lado de la cama de Eli, mientras Jordan le pasó la mano al rubio para ayudarlo a terminar de ponerse de pie. En su pecoso rostro había tanta angustia que era una reacción demasiada exagerada para una simple caída.
Jonathan escudriñó al pelirrojo mientras se sacudía la ropa mojada y el polvo, arrugando un poco el ceño y lo mismo hizo con Eli, solo que a éste lo miró de pies a cabeza como si quisieras cerciorarse de que todo estaba bien con su hermano.
—¿Qué ocurre? —preguntó ceñudo.
—Parece que vieron un fantasma. ¿Qué diablos pasó? —también quiso saber Jordan, atajando su toalla, con cuidado de que no se le escapara.
—Yo no sé. Yo... —tartamudeaba Eli, haciendo aspavientos con las manos nerviosamente y sin saber a cuál de los tres mirar.
—¡¿Qué le hiciste a mi hermano?! —espetó furioso Jon antes de dar unos pasos hacia Ariel que solo se situó todavía más en la esquina, pero Eli se le puso enfrente y lo frenó sujetándole se los brazos.
—¡No! —dijo decidido—, él no hizo nada, tonto.
El rubio abrió los ojos un poco sorprendido, dando unos pasos en reversa.
—Lo siento —le dijo Jor a Ariel pero se aproximó a sus hermanos mientras se ajustaba la toalla a la cintura—. ¿Por qué está tan asustado?, ¿qué le dijiste?
—Aún no me ha dicho nada sobre...
—¿Le hablaste sobre nosotros? —repuso sin dejarle terminar, con la preocupación impresa en su cara.
—Yo no le dije nada —murmuró Eli agitando las manos con exasperación.
—¡Chicos! —bramó de pronto Ariel para que dejasen de hablar de él como si no estuviera allí. Los tres pares de ojos se clavaron en su persona y sintió cómo sus mejillas ardían de pena—. Sé todo sobre ustedes, pero no fue Eli quien me lo dijo.
El de cabello mojado se pasó las manos por la cabeza para acomodarse e hizo gesto de frustración al percatarse de que tenía mucho shampoo, pero más importante fue prestarle atención a lo que acababa de oír.
A su vez, Jon seguía con cara de pocos amigos y, como si fuera poco, levantó una ceja interrogante para que prosiguiera. Al estilo Hale.
—Yo también vengo del 2035 —empezó con voz temblorosa y notablemente angustiado—, vine con su primo, pero...
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Error 16 | Sterek |
FanficLos trillizos Eli, Jon y Jordan vienen dieciséis años del futuro, justo en el punto donde sus padres Stiles y Derek ni siquiera muestran indicios de una posible relación. Un error en esa linea de tiempo podría provocar la peor de las catástrofes. ¿...