Decidieron dejar Ōtsu, sin duda aquel científico había abandonado el lugar, el desorden en su habitación demostraban que el hombre apenas tuvo tiempo de llevar algunas cosas.Luego del incidente, el pelirrojo no se sentía capaz de siquiera mirar a la cara a su capitán. Había desobedecido una orden directa, había puesto en peligro la misión y más importante para el, había puesto en peligro la vida de a quien consideraba su amigo.
El rubio sólo avanzaba sin dirigirle la palabra, así fue durante todo el camino, sin embargo al caer la noche, cuando decidieron hacer una parada para descansar el pelirrojo se armó de valor y trató de disculparse.
-Yo, yo lo sien..--Ni siquiera lo intentes- le interrumpió el pelicenizo -No trates de disculparte por tus acciones, sabes muy bien como yo, que pusiste en riesgo tu vida-
El pelirrojo lo miró sorprendido, podría haber jurado que le recriminaría su actuar, diciendo que arruinaría la misión o que lo desobedeció.
-Solo me alegra que estes bien- habló por lo bajo, casi en un susurro el del Kosei explosivo.
Kirishima sonrió, claro que lo había escuchado.- ¿No crees que arruine la misión?- le cuestionó.
-¡Claro que no! Pelos de mierda. Se necesita más que un trío de idiotas para detenerme. La misión sigue en pie, por ahora sólo debemos averiguar hacia dónde escapó ese nerd de laboratorio- Sin duda el rubio tenía fijo su objetivo.
-Bueno, tal vez te moleste saber esto, pero pedí algo de ayuda- le respondió el pelirrojo. -Solicité información al campo, sobre el chico guapo-
-No le digas así- habló poniéndose de pie -¿Qué información conseguiste?-
-Je je je, lo siento- respondió el pelirrojo mientras seguía a su capitán.
Al parecer, según la fuente de información del pelirrojo, el científico se dirigía a Nagoya, imágenes lo habían registrado mientras conducía un automóvil ingresando a la localidad.
Si continuaban a pie, les llevaría un poco más de un día alcanzarlo, en ese tiempo era casi seguro que lo perderían de nuevo.
El rubio decidió que lo mejor era conseguir un vehículo, el transporte público no era una opción, no querían levantar sospecha, ademas parecía que el tren se encontraba cerrado hace ya un tiempo.
Durante la noche, tomaron una vieja camioneta que se encontraba aparcada en la calle, en un par de horas llegarían al lugar.
Lo encontraron en un complejo de viejos departamentos, parecía que nadie había vivido en el lugar por un largo tiempo.
El muchacho de cabello verde observaba por un momento un pequeño relicario que colgaba en su cuello, luego tomaba su libreta, escribiendo en ella mientras murmuraba.Desde el exterior al rubio le pareció esa escena algo divertida.
Se abofeteó mentalmente, no tenía tiempo para distraerse, sólo debía eliminarlo rápido y no dejar rastros de su cuerpo.
Entró apuntando su arma.El pecoso lo miró asustado, no reconocía a aquel hombre de capucha y máscara. Pero sin duda el arma en sus manos le dejaba más que claras sus intenciones.
Entre tartamudeos, el peliverde trato de persuadirlo -Y..yo sólo soy un científico, n..no hago nada malo, al contrario sólo busco ayudar- lentamente alzó su mirada, haciendo que esos ojos esmeralda y rubí se encontraran.
Ambos se perdieron en la mirada del otro durante apenas un segundo, sin embargo, para ellos fue mucho más que eso.
Kirishima había decidido esperar afuera y apoyar si era necesario, no se sentía listo aún para ver como asesinaban al chico, ni mucho menos hacerlo el.
Al no escuchar ningún disparo entró rápidamente, activando su Kosei.
El científico fijó su mirada en quien acaba de ingresar al lugar, no podía creer lo que observaba.
-¡¿Cómo es posible?!, ¡¿Tienes una mutación?!, ¡¿Cómo es que sigues vivo?!- Cuestionó aterrado.Confundido Kirishima miró a su capitán, que aún se encontraba apuntando su arma al objetivo.
-¡Lo sabía!- Gritó el pecoso -¡Los Kosei no han matado a nadie!-
-Creo que estás confundido- le habló el pelirrojo -Solo los qué desarrollamos un Kosei seguimos con vida, el resto murió-
-¡¿Qué?¡, no, no, no....el gobierno dijo que la extraña enfermedad Kosei terminó con la vida de cientos de bebés al nacer con mutaciones y luego los niños al desarrollar habilidades a los 4 años- Habló el científico.
El pelicenizo abrió los ojos sorprendido, ¡¿El resto de los niños y niñas no han muerto?!, eso no es posible, ese tipo debe estar mintiendo, eso es lo más seguro.
Debe asesinarlo, cumplir su misión....
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Kirāhando キラーハンド
FanfictionUna rara enfermedad ha terminado con la vida de la mayoría de los niños y niñas del mundo. (O eso es lo que Katsuki Bakugo creía) Bakugo a sobrevivido, pero a perdido mucho más que aquellos a los que él cree muertos. Fue enviado a Yunitto731, un bru...