Una rara enfermedad ha terminado con la vida de la mayoría de los niños y niñas del mundo.
(O eso es lo que Katsuki Bakugo creía)
Bakugo a sobrevivido, pero a perdido mucho más que aquellos a los que él cree muertos.
Fue enviado a Yunitto731, un bru...
Había salido de ese enorme edificio subterráneo a eso de las 4:00 am. Ahora, un par de horas más tarde, por fin llegaba a las cercanías de Yunitto.
Miles de veces había cruzado las puertas de ese enorme campo, sin embargo ese muro no había parecido tan grande, no desde que fue llevado ahí a los cuatro años.
Ingresó sin ningún problema al lugar, conocía muy bien el protocolo de regreso al cumplir una misión, tenia años de experiencia en aquello. Se dirigió primero a su habitación, ordenando sus pertenencias y tomando una ducha. Luego informaría a Garaki sobre el cumplimiento exitoso de la misión.
Caminó a través de ese oscuro pasillo. La mente de Katsuki divagaba, pasaron demasiadas cosas en tan poco tiempo, habían sido poco más de 30 días desde que esa mañana a mediados de marzo, salió de Yunitto junto a Kirishima. Sin siquiera darse cuenta se encontraba ahí, de pie junto a la puerta de esa oficina. Respiró hondo antes de ingresar, sería difícil aparentar frente a ese maldito viejo.
-He cumplido de forma exitosa con la misión que me ha encomendado- Habló el rubio, casi en un monólogo.
El viejo Garaki se encontraba sentado en el escritorio de esa habitación, de forma desinteresada observó al recién ingresado. -No esperaba menos de ti muchacho- Respondió de manera calmada -Espero tu informe al respecto-
-Localizamos al sujeto en las cercanías de Nagoya, se encontraba en unos viejos departamentos. Lo seguimos hasta el lugar y allí nos decidimos de él- Narró el menor.
El viejo lo observó por encima de sus anteojos. -¿Algún inconveniente?-
-Al deshacernos del cuerpo, recibimos un ataque por parte de la organización autodenominada "La Liga".- Katsuki observó de reojo al jefe- En el lugar, el subordinado 903 que me fue asignado, fue herido de gravedad. Le fueron aplicados primeros auxilios, sin embargo recibió graves daños en puntos vitales, por lo que perdió la vida un par de días posteriores al ataque-.
-Buen trabajo. Sin duda tienes un brillante futuro como General- Respondió el mayor mientras tomaba unos papeles de su escritorio. -Puedes retirarte, espero un informe detallado por escrito-.
El rubio se giró caminando fuera de ese lugar. El viejo de bigote se dirigió a él deteniéndole en la puerta. -La próxima vez no pierdas tu tiempo tratando de salvar a tus subordinado, son remplazables. Tú sólo cumple con la tarea que se te ha encomendado y regresa al campo lo antes posible-
-Si señor- Respondió el menor. Tomando el picaporte y saliendo rápidamente de esa oficina.
Había sido bastante difícil mantener la compostura, las palmas de sus manos aún se encontraban humeantes, deseaba tanto explotarle la cara a ese maldito viejo. Sin embargo debía controlarse, aparentar que todo seguía igual que siempre, no pondría en riesgo su misión.
Tenia 72 horas para coordinar el ataque desde el interior, reunirse con Denki era indispensable para la desactivación del sistema de seguridad. Sin embargo, para Katsuki, el eléctrico chico debía ayudarlo en algo más. Informar la verdad sobre los Kosei a los niños y jóvenes de el interior del campo, no debía ser un gran problema contado con las evidencia necesarias, sin embargo para Bakugo eso no sería tarea fácil. Su presencia era imponente, todos le temían. ¿De que forma podría convencer a todos en el lugar? Si nadie se atrevía ni siquiera en acercársele.
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El ojirojo suspiro agotado, apenas ingresó a la cocina, pudo observar al eléctrico rubio.
Denki se entretenía junto a Sero, el chico eléctrico lanzaba frutas al pelinegro quien las atrapaba con las cintas que salían de sus codos, para después guardarlas en una caja.
La escena era bastante infantil para Katsuki. ¡¿De verdad ese tipo es el encargado de algo tan importante como la red eléctrica de todo Yunitto?!.
-¡ejem!- Carraspeó mientras se acercó a el lugar. Llamando la atención de esos dos.
-¡¿Bakugo?!- Cuestiono algo sorprendido el pelinegro. Era bastante raro ver al mejor soldado del Campo, en un lugar tan insignificante como la cocina.
Katsuki lo miró sorprendido, ¡¿Cómo lo había llamado?!.
-Es sobre el plan y la red eléctrica del lugar, ¿No es así?- Hablo el eléctrico chico como si fuera lo más obvio del mundo. - Mina me ha mantenido informado de todo al respecto. Aunque para ser sinceros, no creí que fueras tú quien ingresara desde el exterior-
El rubio ceniza suspiro. Eso explica de donde sacó el apodo, seguro esa rosada chica se lo había comentado burlándose de él. Ese par de idiotas se llevaban bastante bien. -Si, es sobre eso- Habló mirando de reojo al pelinegro. -No deberías revelar esa información tan a la ligera, muy pocos saben que sería yo-
Hanta Sero estaba bastante desconcertado, Denki se había burlado de Bakugo y este no sólo no lo había golpeado, si no que también le había respondió bastante calmado. Definitivamente algo raro sucedía. -¿Exactamente que es lo qué pasa?- Cuestionó dirigiéndose al chico eléctrico.
-Bueno, bastante cosas han pasado- Respondió calmado Kaminari. -¿Recuerdas que Mina lleva desaparecida bastante tiempo?, pues en palabras simples; 🔸Ella fue a buscar a Bakugo. 🔸Encontraron un amigo de la infancia de él. 🔸Se enteraron de que los Kosei no han matado a nadie, sólo nos dieron habilidades a algunos pocos como nosotros y los campos como Yunitto nos han engañado. 🔸Se reunieron con La Liga. 🔸Y ahora ellos planean atacar Yunitto desde el exterior, mientras nosotros lo hacemos desde el interior- Enumeró el chico mientas levantaba sus dedos.
-¡¿Qué?!- Fue la única palabra que Sero pudo gesticular.
Tal parece que lo que tanto habían temido, por fin había ocurrido. Las corrientes eléctricas habían hecho que Denki perdiera la razón.
Katsuki llevó su mano hacia el rostro. Vaya forma de decir las cosas. -Si, básicamente es eso-
-¿Y que era lo que querías hablar conmigo?- Preguntó Kaminari a Bakugo, ignorando a el pelinegro que parecía que su cerebro se había desconectado. -Mina ya me dijo todo del plan, en tres días se llevará a cabo el ataque-
-Es sobre los niños y el resto dentro de este lugar- respondió algo inquieto -Si queremos que nos apoyen cuando llegue el momento, debemos hacerle conocer la verdad de los Kosei, pero será bastante difícil que yo pueda convencerlos de eso, considerando que ni siquiera se atreven a mantener contacto visual conmigo-
-¿Quieres que yo los convenza?- Cuestiono Denki -No sé si sabes que nadie me toma enserio. Si les digo eso me tomarán como un idiota que se le fundió el cerebro producto de la electricidad-
-Entonces ¿Cómo lo haremos?- suspiro Katsuki.
-Bueno, hay alguien ruidoso, llamativo y que se lleva bien con todo el mundo- Sonrió el eléctrico chico. -De seguro los podrá convencer, después de todo tiene bastante labia- Respondió mientras apuntaba hacia un lado.
Ambos rubios se voltearon, mirando en esa dirección.
Sero estaba bastante confundido, ¿Por qué lo observaban así?
