Skyfield - Irradiant

Miradas.

~ (TN) ~

Regresé a casa, mis padres y mi hermano me estaban esperando en la estancia.

—Por todos los cielos (TN) ¡en que pensabas! —gritó mamá.

—¿Tienes idea de qué hora es? casi nos obligas a usar las nubes para verte —gritó papá.

Yo sólo tenía la cabeza agachada, me sentía muy avergonzada con mis padres y también conmigo misma. Estos cuatro o cinco últimos días cambie con ellos sólo por ese vampiro.

—Lo siento —dije al fin.

—Escúchame (TN).. —interrumpí a papá.

—Lamento haberme comportado así contigo padre, yo sé que sólo quieres lo mejor para mi y me siento muy avergonzada por permitir que un hijo de la obscuridad me hiciera cambiar.

—(TN) ¿qué pasó? 

—Sólo me di cuenta de que no vale la pena, y como él lo dijo, no podemos estar juntos.

—¿Estuviste con él? —preguntó mamá.

—Sólo fue un momento —dije a punto de llorar.

—¿Te hizo algo? —preguntó Jake y yo negué con la cabeza.

Papá me abrió los brazos y corrí a abrazarlo. Me mantuve fuerte para no romper en llanto, tenía que ser más fuerte de ahora en adelante. Llegó el domingo y la clase pura tuvo una reunión especial, era la fiesta de compromiso de un ángel y una caballera blanca. La clase pura eran Ángeles, caballeros, siervos de dios y hechiceros blancos (aunque no todos eran buenos).

—¿Cómo sigues? —preguntó Drake acercándose a mi sonriente.

—Mejor gracias —le sonreí.

—¿Quieres ir a dar una vuelta por los jardines? 

—Me encantaría, la verdad es que aquí en la pista me estoy aburriendo —bromeé.

Caminamos hacia donde estaban los grandes jardines de la casa de la familia del ángel, los Siadah.

—¿Cómo están las cosas con el vampiro?

Volteé a verlo sorprendida ¿lo sabia? ¿lo de los aromas? Es decir lo de que estábamos destinados a estar juntos. No contesté pues estaba muy sorprendida.

—Lo lamento no era mi.. 

—Descuida esta bien, sólo me sorprendió que supieras de eso —miré mis manos nerviosa.

—Era más que obvio (TN) —rió y giré a verlo —. Él fue bastante obvio cuando estaba cerca de ti en las regaderas y tu cuando estábamos en la playa.

—¿Cómo supiste que yo percibía su aroma? 

—Porque de otra manera no te hubieras acercado a él como loca en cuanto cayó al piso del dolor.

—No importa ya, sólo estaba confundida era nuevo para mi todo eso del aroma y el amor —desvié mi mirada.

—¿Ha pasado algo entre ustedes? 

—Nos hemos besado sólo una vez, fue la primera vez que besé a alguien y... —suspiré—. Ya no importa, no podemos estar juntos.

—Lo lamento —dijo tomando asiento a mi lado.

—¿Por qué? creí que lo odiabas...

—Eso es más que obvio, pero lo siento por ti.

—Gracias pero sé que pronto dejará de importarme —le sonreí a medias.