Relación.

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~ (TN) ~

Genial, otro día de escuela. Pasé los dos últimos días esperando para ver a Alexei, estaba muy emocionada de estar juntos. Nuestra "relación" había pasado por muchas altas y bajas las últimas semanas, esta vez ambos queríamos que funcionara. Me acerqué al casillero de Vallerid en donde se encontraba ella sacando los libros de las materias. 

—Hola —saludé feliz.

—¿Y esa sonrisa Lestrange? 

—Me hace feliz verte.

—Claro, sí —dijo sarcástica y ambas reímos.

—Vall, ¿todo bien con Skandar? 

Noté que mi pregunta la desconcertó pero quiso dejarlo pasar.

—Claro ¿por qué preguntas? 

—No lo sé —alcé los hombros—. Me pareció que la última vez no estaban muy bien.

—Todo está excelente —me dedicó una sonrisa—. ¿Vamos? 

Llegamos al aula y tomamos asiento en donde siempre, la mayoría de los NH hablaban sobre lo sucedido con Nate. Pobre Nate... iré a verlo hoy, espero que siga mejor. Mi nariz se inundó del aroma que tanto me hacia feliz, ahí estaba él, entrando con ese caminar tan respectivo de él, llevaba las manos dentro de los bolsillos de su pantalón, una sudadera gris debajo del saco del uniforme, su típico cabello despeinado que me enloquece y tenis en lugar de zapatos de vestir. Sí, ese es Alexander Renfield.

—Hola —saludó tímido llegando hasta mi.

—Hola.

—Eugh —masculló Vall y ambos sonreímos.

—¿Cómo estuvo tu fin de semana? —tomó mi mano derecha entre las suyas y comenzó a calentarlas con la boca haciéndome sonreír.

—Estuvo bien, ¿qué tal el tuyo? —puse mi mano izquierda sobre las suyas.

—Bien.

—¿Sólo eso? —fruncí el ceño y asintió.

—Te extrañé.

Podría jurar que tenía cara de tonta, ¿cómo es que puede hacerme todo esto? 

—También te extrañé.

Levantó la mirada y me sonrió, tenía las mejillas rosadas por el frío. 

—Buenos días jóvenes.

El profesor entró al aula interrumpiendo el momento, depositó un beso en mis manos y las soltó levantándose y caminando hasta su asiento. El resto de la clase transcurrió, no sé quien estaba más dormida, Vallerid o yo. El timbre sonó y salimos.

—Vayamos por un chocolate caliente, tengo bastante frío y hambre —pidió Vall.

Nos encaminamos y la cafetería estaba repleta, no vi a Alexei después de salir del salón.

—No eres la única —mascullé.

Nos formamos y pedimos un chocolate caliente y unas donas con chispas de chocolate. Tomamos asiento en una de las mesas cerca del ventanal, el día estaba lluvioso y nublado como de costumbre. 

—No sé quien haya inventado las donas con chispas de chocolate pero... ¡es un genio! 

Reí ante el comentario de Vallerid, si algo amaba Vall era la comida. Unos brazos se enrollaron al rededor de mi cuello y sentí unos labios depositar un beso en mi cabeza. 

Skyfield - IrradiantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora