Skyfield - Irradiant

Palpitante.

[Chicas les recomiendo que este capítulo lo lean lento con la música para que lo disfruten más]
Nos acercamos lentamente al otro, con cuidado puse mi mano en su hombro y él colocó la suya en mi cintura, miré nuestras manos tocarse y después dirigí mi mirada a la suya. Comenzamos a movernos lento, la canción que sonaba era The Scientist, nuestros ojos estaban fijos en los del otro, éramos uno solo. Venían a mi mente los recuerdos de cuando nos conocimos, cuando nos hicimos novios, los besos que nos dimos, los "te quiero", todo. Sentía que tenía un corazón de nuevo, podía sentir como palpitaba rápidamente al estar así, tan cerca de él. Su mirada bajó a mis labios y después regresó a mis ojos, se acercó un poco más y nuestras frentes casi se rozaban. Di una vuelta y después regresé fuertemente hacia él, sus movimientos eran tiernos, suaves, nos dejábamos llevar por la música. Su aroma era tan embriagante para mi nariz.. quería tenerlo así de cerca siempre, quería estar con él con todas mis fuerzas. Una sonrisa se me escapó cuando me dio otra vuelta y mi vestido hizo un remolino muy fino para después volver a él sutilmente. Me dedicó una de sus sonrisas de siempre, de las que no muestran sus dientes pero me hace saber que está contento, sus ojos brillaban y me recordaban a la primera vez que los vi, la primera vez que sería la que cambiaría mi vida. Si tan solo pudieras quererme recordó mi mente y mi sonrisa se desvaneció de a poco.

- Deberías sonreír siempre -soltó haciéndome sonrojar.

Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro sin percatarme.

- Justo así -sonrío a medias como él sabe hacerlo y mi sonrisa creció aún más.

Sentía sus brazos tensos por nuestro contacto, sentía esa electricidad que nos recorría cada vez que estábamos cerca del otro. Era como si nadie estuviera allí, era como si este fuera nuestro momento, solo nuestro..
Recordé nuestro lugar, donde me pidió que fuera su novia, donde solo nosotros sabíamos. Esto nos pertenecía, sabía que él sentía algo por mi, tenía que hacerlo. Sino ¿por qué se pondría nervioso? ¿Por qué me miraría como lo hace? ¿Por qué me diría cosas como "deberías sonreír siempre" y después se sonrojaría? Alexei Renfield tenía que quererme de algún modo, y la verdad ya no me importaba cual, solo quería que lo hiciera, quería saber que sentía algo por mi. Nos movíamos a los lados conectados, sus ojos en los míos, su mano con mi mano, él y yo, nadie más. Esto era lo que quería sentir el resto de mi vida sin importar si formaba parte de mi clase o no, esto era lo que más me hacía sentir viva, completa. Él. Alexander Renfield, ese era mi secreto.

- Tenemos que bailar siempre para volver a hablarnos ¿ah? -sonreí a medias.
- Eso parece -me devolvió la sonrisa - Quizás haya más..
- ¿Cómo cuales? -fruncí el ceño un poco.
- Aún no las sé pero.. sin duda alguna, bailar siempre será mi favorita -esbozó una sonrisa a medias.
- Quizás sea la única que conozcamos -levanté un poco la barbilla y sonreí sin mostrar los dientes como siempre.
- Quizás.

Nos acercamos solo un poco más y nuestros movimientos seguían hablando por nosotros, mi vista bajó hasta sus labios y vi como una leve sonrisa se dibujaba en su rostro para borrarse rápidamente. Quería sentirlo aunque fuera una última vez, salir de esta duda de si siente algo por mi o todo es un juego como él lo dijo. Me acerqué lento a él. Me acerqué un poco más y con mis ojos le pedí permiso de acercarme más mirando sus ojos y después a sus labios para volver al final a sus ojos, el permaneció quieto así que lo intente, iba a besarlo.

- ¿Me permites? -soltó la voz de Drake junto a nosotros y Alexei se apartó - Gracias.

Dediqué una leve sonrisa a Alexei que me miraba atento, segundos después Reiss llegó a su lado y lo tomó del brazo, sus ojos estaban en los míos.

- Nos esperan en la mesa -le dijo Reiss y después me miró sutilmente.
- Con permiso -se despidió Alexei y yo asentí.
- ¿Quieres regresar ya a la mesa? -miré a Drake que esperaba que dijera que si así que asentí.

En la mesa estaban Vallerid y Nate platicando a gusto con otro chico así que nos acercamos.

- ¡Hey! -saludó Nate a Drake y a mi.
- Que bueno es verte -le sonreí.
- Lo mismo digo -guiñó el ojo - Les presento a Erick, hechicero, excelente amigo -sonrío.
- Erick Bachmeier -extendió su mano a ambos.
- Un gusto Erick, (TN) Lestrange -sonreí.
- Drake de Orah -saludó.
- Que hay -saludó Jake llegando junto con Thobias.
- Vallerid, si sigues comiendo así de la mesa de bocadillos vas a reventar el vestido -bromeó Thobi.
- ¡Cállate que te van a escuchar! -todos reímos - Acompáñame al tocador -se levantó y me jaló rápidamente.
- ¿Por qué estás comiendo tanto? -reí.
- Ya sabes que soy tragona y ellos ponen pastelillos ¡já! reventaré -se retocó el maquillaje.
- Bailé con Alexei -solté y ella se quedó atónita.
- ¡¿Qué hiciste qué?!
- ¡Tranquila! ¡Necesito mis oídos!
- ¡No inventes! ¡¿Y Drake?! ¿Se enojó? ¿Qué dijo? ¡¿Se besaron?! -toqué mi cabeza exasperada.
- ¡Vallerid cállate! -se sorprendió un poco pero después asintió y con su mano me incitó a contarle.
- Solo bailamos una canción..
- ¿Y?... -movió su mano.
- ¡Y nada! no pasó nada de lo que pensabas -rodeé los ojos.
- ¿Pero qué sentiste? -solté un suspiro.
- La verdad es que me moría por besarlo, me gusta Vall, de verdad me gusta.
- Yo sé que si pero no podemos olvidar lo que te hizo -advirtió con el dedo índice.
- Pero puedo sentirlo, sé que me quiere ó al menos algo siente por mi.
- (TN)...
- Es enserio, yo lo siento Vall.
- Ok, suponiendo que sea así ¿por qué decir todo eso? -levantó una ceja.
- Por protegerme quizás -alcé los hombros - No lo sé pero te juro que voy a descubrir porque dijo eso.
- Bueno basta de blablabla, vayamos a la fiesta -tomó sus cosas y caminamos fuera del baño - Lo siento -soltó Vall al chocar con alguien al salir.
- No hay de qué -contestó Skandar.
- ¿Skandar? -mis ojos se hicieron enormes - ¿Qué haces aquí? -pregunté ansiosa.
- Vine a ver que podía arruinar de la boda -alzó los hombros con las manos dentro de sus bolsillos y soltó una risita burlona.

Vallerid se escondió detrás de mi en cuanto pudo reaccionar, Skandar la miró y después me miró a mi.

- Pasaré entonces -añadió y asentí - Te ves bien -le soltó a Vallerid y después siguió su camino.

Giré a ver a mi amiga que probablemente debe estar con la baba hasta los tobillos y así era.

- Me dijo que.. que..
- Si, ya vamos -la tomé del brazo y la jalé hasta la fiesta mientras ella seguía balbuceando.
- ¿Han visto quien llegó? -preguntó Jake al llegar a la mesa.
- Claro que si -asentí.
- ¿Qué le pasa a Vallerid? -preguntó Nate.
- Se impactó al ver una mancha en su vestido de comida -mentí.
- Que leyenda -soltó Erick mirando hacia donde estaba Skandar y todos pusimos la vista en él.

Estaba saludando a Alexei y a los demás Renfield, se estaban diciendo algo en el oído porque la música no los dejaba escuchar.

- ¿Leyenda? -preguntó incrédulo Jake.
- Por lo que vi en el Force Empire no se agradan ustedes, pero.. El lobo solitario, si que es una leyenda.

Jake frunció el ceño mirando hacia la dirección de Skandar y se quedó pensativo.

- Vaya que lo es -soltó Vallerid con la baba aun hasta los tobillos.

Ayúdame señor.

- Lo siento -chocó una chica contra mi.
- No hay de qué -sonreí y ella frunció el ceño y yo hice lo mismo.
- Estamos por acá -dijo la voz de alguien llegar junto a ella, era Zack - Qué hay -levantó las cejas en forma de saludó y sonreí a medias.
- Hola Zack.
- Choqué con ella y se me hizo familiar su rostro y por eso me quedé -explicó la chica.
- Si, es (TN) -me presentó Zack.
- Claro -asintió - Eres la novia de Alexei -dijo un poco burlona.

Desvié la vista incómoda y noté a Zackary igual, Jake y los demás la vieron mal y también a Zack que no tenía la culpa.

- No.. yo.. no soy su novia -expliqué incómoda.
- Discúlpala (TN), sufre de lagunas mentales o algo así -Zack intentó dedicarme una sonrisa - ¿Qué crees que haces? -le susurró por lo bajo.
- Ay pues que.. -intentó susurrar ella también.
- Con permiso -se despidió Zack - Fler vámonos -le volvió a susurrar y se la llevó.

Me salía humo de los oídos después de lo que ella había dicho, esta bien, logró cabrearme.

- ¿Quieres que le parta el ocico? -preguntó Vall.