Skyfield - Irradiant

Creeme.

- Si la amas no deberías perderla -Jake negó rápidamente con la cabeza.
- Estábamos destinados a no ser..
- Eso no es verdad Jake -se puso de pie.
- Claro que si (TN), por algo no somos de la misma clase, ella no es para mi -pasó sus manos por su cabello.
- Darina no es mala Jake y lo sabes -me puse a su lado.
- ¿Acaso no la viste como se abalanzó sobre la chica aquella vez? -las imágenes vinieron a mi cabeza - Ella es eso (TN) y no puedo cambiarlo.
- No sé mucho acerca de todo lo que es el amor pero cuando amas a alguien lo aceptas como es.
- ¿Y entonces por qué no estás con Alexei ahora?

Me quedé atónita después de lo que dijo. Tenía razón, no del todo pero si, cuando pasó lo de la chica juzgué a Alexei por lo que era y ahora estaba aquí dándole clases a mi hermano sobre como aceptar a la hermana de mi ex novio. Por otra parte Darina no había hecho algo tan bajo como lo que Alexei me hizo, que al no decir nada era tan culpable como él pero para mi la mayor parte de la culpa era únicamente de él.

- Eso creí -me sacó de pensamientos.
- ¿Y qué quieres hacer? -me tumbé en la cama.
- Seguir con mi vida ¿qué más puedo hacer? no me voy a morir de amor -soltó una pequeña risa sarcástica y las palabras que dijo Alexei esta tarde vinieron a mi mente.
- Hasta donde yo sé tampoco se le llama vida a un corazón destrozado... -salieron de mi boca sin más y Jake me miró extrañado.
- ¿Desde cuándo piensas así?
- Yo... eso me ha dicho esta tarde Alexei..
- ¡¿Estuviste con él hoy!?
- No, bueno si pero no, o sea.. yo..
- Si o no (TN) decídete -dijo exasperado.
- Nos.. encontramos por así decirlo -rodee los ojos - Y, le grite lo mal que me hizo sentirme así que le dije adiós y él empezó a suplicarme que no lo dijera y después lloró y me confundí más porque se supone que solo jugó conmigo y me fui -levanté los hombros.
- ¿Y le dijiste adiós? -dijo muy intrigado y fruncí el ceño.
- Solo una vez y después me pidió que no volviera a decirlo... -Jake asintió lentamente - ¿Por qué? ¿Qué significa?
- Es... una manera de no permitirle acercarte a ti a más de una distancia, solo pasa con otras clases distintas a la suya.
- ¿Así que no quería alejarse de mi? -tembló mi voz.
- Eso parece -levantó los hombros.

Me quedé pensativa y después de eso me fui a dormir, no pude sacarme de la cabeza todo lo que había sucedido esta tarde. Desperté con un dolor de cabeza poco agradable, me tomé una pastilla y después de hablar con mis padres en el desayuno me dirigí al colegio.

- ¿Qué tal tu día hoy? -dijo Vall corriendo hasta mi.
- No muy bien, tengo un dolor de cabeza horrible.
- Que raro -asentí lentamente.

Al ir caminando por los pasillos divisé a los Renfield caminar en grupo por el inicio del pasillo, las miradas de todos estaban en ellos como siempre. Miré fijamente a Alexei pero sus ojos jamás se posaron en los míos, cuando pasó junto a mi su hombro y el mío rozaron y sentí esa electricidad recorrerme pero el pareció intacto. No tuvo reacción y siguió caminando sin perder el paso de sus hermanos, admito que me desilusionó.

- No tienes idea cuanto los detesto -apretó los puños Vallerid.
- Ya déjalo -me giré a abrir mi casillero.
- Qué hay -saludó por detrás Skandar y vi a Vall tensarse.
- ¿Qué se te ofrece? -dije desganada.
- Sólo avisarte que hoy hay caza por parte de los obscuros así que no tiene caso que salgan -levantó los hombros.
- ¿Y si no queremos qué? -rete y soltó una pequeña risa burlona.
- Ordenes de la Legión -sonrío victorioso y después miró a Vallerid que lo observaba muy quieta.
- Ah.

Resopló burlón y se dio la vuelta iniciando su camino hacia donde los Renfield hace un momento.

- ¡Skandar! -gritó Aquamarind.

El giró a verla y ella lo alcanzó tomándolo del brazo y caminando con él hacía su rumbo marcado, Vallerid resopló y se giró molesta a cerrar su casillero.

- Estúpidos hombres -caminó de prisa y apenas pude cerrar el mío y la alcancé.
- Espera -la tomé del brazo y tenía la cara roja del coraje - ¿Piensas dejar las cosas así? -ella frunció el ceño.
- ¿Qué puedo hacer? -dijo incrédula.
- Luchar por él -dije obvia.
- No inventes (TN), ayudó a los Renfield con su mentira ¿tu crees que lo voy a perdonar?
- No puedes vivir siempre de lo que me pase a mi Vall.
- No lo hago solo por ti (TN), es como una traición ¿entiendes? -asentí lentamente - Además ni siquiera sé si le gusto.
- Pues estaría tonto si no -sonreí y ella negó.
- Ya déjalo -caminó hasta el salón y reí.

Las clases pasaron rápidas, al salir de la última caminé con Vall por el pasillo y mi vista se posó en el aula de química en donde Reiss estaba hablando muy cerca de Alexei, él le sonrió como siempre lo hace y ella escondió su cara en su pecho haciéndolo reír, no podía quitar mi vista de aquella escena así que salí corriendo con lágrimas en los ojos, escuchaba como Vallerid me pedía que me detuviera pero no podía hacerlo, choqué con alguien y recuperando la postura lo esquivé hasta que me tomo.

- ¿(TN) qué pasa? ¿Qué tienes? -miré a Drake que me observaba preocupado y lo abracé.

Me sentía protegida junto a él, en estos momentos es lo que necesitaba, de un abrazo muy cálido.

- No me dejes -las palabras salieron de mi boca sin pensarlo.
- Jamás lo haré -me acarició el cabello y lo abracé mas fuerte.

El aroma que reconocía bien pasó junto de nosotros, Drake me soltó y le gritó.

- ¡¿Qué le hiciste Renfield?! -Alexei giró y frunció el ceño para después ignorarlo y seguir caminando con Reiss - ¡Te estoy hablando! -caminó a toda prisa hasta donde estaba y antes de poder empujarlo Alexei se volteó y se quitó.
- Alucinas -dijo seco.
- Lo que sea que le hayas hecho me lo vas a pagar y de aquí en adelante no se te ocurra volver a acercarte a ella o si quiera mirarla -advirtió furioso Drake.
- Para tu información Alexander es mi novio y no tiene porque acercarse a ella -defendió Reiss y sentí como lo que quedaba de mi corazón se rompía.

Los ojos de Alexei se posaron en mi después de lo que dijo Reiss y podía jurar que él sabía perfectamente que en estos momentos estaba matándome.

- Pues eso espero -soltó Drake y Alexei lo miró de mala gana.
- Vámonos.

Se dio la vuelta junto con ella y caminaron, no sentía mis pies, mi cuerpo, nada. Ni siquiera podía escuchar mi corazón palpitar. Era un hecho, estaba jodida.