Cap XVI

328 22 4
                                    

Seguía forcejeando pero Aragorn no me soltaba.
- Sueltame capullo, es básicamente mi padre.
- Alya, tenemos que irnos. Alya
Cada vez iba escuchando un pitido más fuerte en el oído y me temblaban las piernas. Me agarré la cabeza con las manos y me dejé caer. Estaba de rodillas en el suelo. Con los ojos negros. Empezando a formar un círculo blanco a mí alrededor.
- Iros
Me miraban preocupados pero no me cuestionaron nada.
Sam me miraba con mezcla de miedo y pena, pero poco más tarde se fue detrás de los otros.
Formé un campo de fuerza impidiendo el paso de las flechas hacia nuestro lado y me fui corriendo con los demás.
Al salir, Legolas vino a abrazarme.
- Alya, ¿estas bien?
Me miraba de arriba abajo y yo con la cabeza gacha no decía nada.
Me levantó la cabeza cogiendola suavemente con las manos y yo, con un ojo negro y otro azul eléctrico lo miré sin expresión en el rostro.
- Alya... Hay que seguir, no podemos venirnos abajo. Esto se va llenar de orcos y no podemos quedarnos aquí.
Me abrazó con fuerza y luego se fue con los otros.
- Aragorn levantalos.
- Dales un momento, por piedad. - dijo Boromir.
- Esto será un criadero de orcos antes del anochecer. Vamos Sam, en pie. -
dijo el montaraz le dio unas palmaditas en la espalda y se fue con Legolas.
Fuimos rápido hacia el bosque de Galadriel donde nos encontraron los elfos.
Aragorn al verlos se puso a hablar élfico pero tenía un acento un tanto peculiar pero no me puse ha decirle las cosas q decía mal porque desde que Gandalf ha muerto he dicho una frase y no me apetece decir nada más.
Llegamos más tarde a los grandiosos árboles del bosque donde vive mi tía Galadriel. No es mi tía biológica pero como si lo fuera.
Yo estaba entre los chicos intentando pasar desapercibida.
- 10 saliste de Rivendell aunque 9 sois ahora. ¿Donde está Gandalf? Tengo deseos de hablar con el.
- Ha caído en las sombras.
Empezó a entrar en las mentes de los demás y en la mía se lo prohibi por un hechizo y se sintió ofendida.
Yo seguía sin hablar. Noté que alguien me cogía de la mano, alce la cabeza y era Legolas que al notar mi baja temperatura corporal me apretó más para ver si entraba en calor.
Nos dieron un sitio para dormir a cada uno y nos instalamos mientras manteniamos el silencio.
Me tumbe en el suelo y me puse una manta por encima abrazandome las rodillas quedando en posición fetal mientras tenía una pelea con la manta para no destaparme.
Hablaba conmigo misma. Intentaba dormir pero imposible, así que por primera vez en el día me puse a llorar en silencio.
Pocos después, alguien se puso a mi lado.
Como ya suponía era Legolas y para mi sorpresa también estaba Aragorn.
- Alya... - dijo el moreno tocandome el hombro. - ¿ Como te encuentras?
Me destape
- Perfectamente. ¿ A que hora salimos mañana?
- Alya- Legolas me agarró las manos- no tienes que fingir nada. Obviamente tu eres la más afectada.
- No pasa nada... Legolas. - se me entre cortó la voz pero creo que mi intento de sonrisa lo arregló todo.
Aragorn me abrazó de los hombros y yo me aparte rápidamente.
- Voy a beber agua, ahora vuelvo.
Me fui de allí con paso firme y fui al río.
Galadriel estaba hablando con Frodo así que no había ningún obstáculo.
Ate una cuerda al tronco de un árbol y yo me ate con ella.
Esperé bastante hasta que el agua empezó a hacer burbujas.
Alce la cabeza y una luz azul salía de ella.
- Hola, hija.
- Papá, está Gandalf?
- Que yo haya visto no. A lo mejor está esperando a su juicio final en la cola.
- Como esta mamá?
- Pues, sigue depre, pues te dejó tan pequeña que se culpa por nuestra muerte.
- Dile que la quiero- asintió con la cabeza y volvió a hablar.
- Gandalf no está entre los muertos, puede que haya tenido un destino peor.
En ese momento se disolvió la imagen del agua y volvió a estar todo tranquilo. Empecé a gritar de forma brusca en mi mente.
Unas manos, me zarandeaban de manera brusca.
- Despierta, despierta. No responde. Alya. Aragorn llama a alguien. Ey, Alya.
Estaba con los ojos en blanco y con la boca cerrada.
Minutos después, Aragorn llegó con unos elfos y me llevaron a una de las habitaciones del castillo.

Mi flecha perdida- Legolas y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora