Capítulo 23: Especial.

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El joven forense, Wallace West, podía decir que tenía una vida bastante buena y tranquila.

Si se comparaba al resto de los ciudadanos de esa complicada ciudad, se podría decir que vivía bastante bien y él en verdad lo sentía así.

Tenía un buen y estable trabajó, sí, revisaba cadáveres, pero ayudaba a arrestar criminales. Tenía un buen departamento, sí, en una ciudad muy peligrosa y complicada pero su vecindario era decente. Vivía con su amado novio, sí, su novio se la pasaba día y noche luchando contra el crimen y no podían pasar tanto tiempo juntos como quisiera y esa situación causaba algunas discusiones pero ¿Qué pareja no tiene problemas?

En general, el joven pelirrojo pensaba que su vida era buena. Quizás todos sus familiares y amigos estaban inmersos en una vida de lucha y peligro pero confiaba en ellos para sobrellevarlo y permanecer a salvo. Sí, no podía quejarse de su vida.

Wallace West era feliz de ser el forense West, el vecino West, de ser sólo Wally. Dejó el manto de héroe hacía muchos años y aunque fue difícil, no podía decir que se arrepentía, por ello desde que renunció nunca había vuelto a usar el traje amarillo.

Sin embargo sabía muy bien que sin importar cuánto corriese, su pasado como súper héroe siempre estaría allí. Las conexiones que formó siendo Kid Flash siempre estarían allí y de vez en cuando se harían notar, tal y como en ese momento que se encontraba apareciendo en Monte Justicia.

Usando el tuvo Z instalado en Blüdhaven por su novio, Wallace apareció en el lugar bajo la atenta mirada de una chica pelirroja de ropas oscuras.

-¿Wally? - Batgirl podría usar mascara pero la expresión de sorpresa en su rostro era notable.

-Hey ¿Qué tal? - Se acercó sonriendo y guiñándole un ojo.

-Que sorpresa verte por aquí - La chica dejó de lado su trabajo en la computadora para saludarle con un pequeño abrazo.

Por supuesto el chico correspondió el saludo de la chica a la que consideraba una especie de cuñada por ser parte de la "Batifamilia". Debido a que ambos vivían en diferentes ciudades y tenían diferentes ocupaciones, no se veían mucho, en especial desde que ella se unió al equipo y su carga de trabajo aumentó.

-¿A qué se debe tu visita? - No le molestaba tenerlo allí pero sí era muy inusual. En realidad, era la primera vez desde que se unió al equipo que lo veía allí.

-Dick me llamó y me pidió que le trajera esto - Levanto al aire el bolso de viaje que le había encargado - ¿Sabes dónde puedo encontrarlo? -.

-No debe tardar en volver con los demás, puedes sentarte a esperarlo -.

La propuesta no convencía del todo al pelirrojo. Estar en ese lugar le provocaba una serie de diferentes y complicadas emociones, predominando la alegría y la incomodidad.

-Sí... Creo que mejor voy a la habitación de Dick a dejarle esto - Se encogió de hombros intentado sonreír y se dirigió a las habitaciones, sabiendo que su novio volvió a ocupar la misma habitación que tenía en el pasado.

Bárbara sonrió melancólica pero no puso objeción. Podía darse cuenta de los sentimientos del chico y le parecía un poco triste que se sintiera de esa manera en un lugar que al inicio era suyo también. Sin embargo no comentó nada al no considerarlo su asunto.

West trató de no demorarse mucho pues incluso caminar por los pasillos de las habitaciones le causaba incomodidad. Caminó sabiéndose el camino de memoria, recordando cuando años atrás iba todo el tiempo a la habitación del que en ese entonces era su mejor amigo. Esos recuerdos le ayudaron a sentirse mejor pero finalmente pudo respirar al entrar a la habitación.

One Life With Bird and a Flash Tomo II - BirdFlash - DCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora