El manto de la noche era sin duda alguna el mejor camuflaje.
Sin importar si se era una ciudad extremadamente desarrollada con altos edificios iluminados y enormes anuncios que cubrieran las calles de luz, la noche seguiría ofreciendo un buen escondite para aquellos que quisieran permanecer en las sombras.
Irónicamente, los altos edificios ofrecían el medio de escape perfecto pues nadie se daría cuenta si una persona corría por sus tejados huyendo.
-¡Que persistente eres! ¡¿Hasta cuándo piensas perseguirme?! -.
-¡Ya deberías saber la respuesta! -.
-¡Maldición! -.
En las transitadas calles a más de 30 metros de distancia, las personas no podrían darse cuenta de la persecución que se daba por los tejados. Nadie podría ver al par de arqueros que corrían sin parar, uno huyendo del otro.
-¡Maldición! ¡Detesto ese mal hábito tuyo! -.
-¡No deberías quejarte cuando tú eres igual! ¡Mucho menos cuando lo aprendiste de la misma persona! -.
El arquero de cabello rojo sólo chistó los labios y frunció el ceño. Se le estaba haciendo cada vez más complicado huir de su perseguidora. Su cabeza trabajaba a mil por hora y sus ojos buscaban alguna abertura para poder escapar pero dado que estaba fuera de condición, parecía una misión imposible.
En sus mejores años huir de esa chica no habría representado un problema, pero esos años estaban muy atrás en el pasado.
Ambos corrían atravesando las azoteas, disparaban sus flechas al siguiente edificio y se deslizaban para llegar al siguiente, algo que ya estaba cansado demasiado al pelirrojo y fue por eso que no pudo lograr un aterrizaje correcto en el siguiente edificio y terminó rodando por el suelo.
Decidido a seguir huyendo, aquel joven intentó incorporarse pero cuando levantó la mirada, se encontró con los ojos azules preocupados de una mujer rubia. No pudo sostenerle la mirada y terminó agachando la cabeza, escuchando cómo la otra mujer rubia, aquella que le había estado persiguiendo, aterrizaba con éxito justo detrás de él.
-¿Qué se supone que es esto? – Cuestionó sin levantar la mirada.
-Sabes perfectamente lo que es – Le respondió la chica detrás de él.
Y efectivamente, el chico lo sabía pero no podría importarle en lo más mínimo, por ello recogió su arco y se puso de pie encarándolas a ambas.
-No es un asunto que les importe -.
-Te equivocas, sí nos importa, a todos – Artemisa, la arquera de traje verde se encaminó a un pequeño almacén en el lugar.
Los ojos del arquero pelirrojo se abrieron con sorpresa cuando vio salir de detrás de él a dos personas que conocía bien.
-¿Qué están haciendo ustedes aquí? – Les cuestionó en tono molesto.
-Queríamos verte y saber cómo estabas – Respondió Richard Grayson enfundado en su traje de Nightwing.
-Aunque francamente, viejo, esperábamos verte en mejores condiciones – El rostro alegre de Wally West reflejaba preocupación por su amigo.
El arquero desvió la mirada frunciendo el ceño y apretando su arco con fuerza.
-No sé de qué están hablando, yo estoy bien – Respondió sin mirarles.
-No te ves muy bien, Roy – Dijo la rubia de ojos azules de manera directa pero la expresión de preocupación en su rostro no cambiaba.
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One Life With Bird and a Flash Tomo II - BirdFlash - DC
FanfictionTomo II de One Life With a Bird and a Flash, historia de la vida de Wally y Dick desde que se conocieron como Kid Flash y Robín hasta crecer y convertirse en Flash y Nightwing. Momentos de su vida como pareja.