Capítulo 4: Decisiones.

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La vida en pareja no es fácil.

Por lo regular, la mayoría de las parejas cuentan el lado feliz y romántico de vivir con tu pareja, nadie quiere recordar los problemas y dificultades que se presentan y por eso nadie las cuenta.

Nadie salvo los padres. Cuando un hijo quiere dejar el lecho familiar para empezar a forjar su vida con un compañero, muchos padres cuentan estas dificultades, algunos como una medida para disuadir a su hijo, en caso de ser muy joven o de tener una pareja que no es de su agrado, otros lo hacen para dar el mejor apoyó y consejo, quieren que su hijo o hija reflexione muy bien sobre el gran paso que está dando.

Dick Grayson jamás tuvo ese tipo de charla. Sus padres murieron cuando él era muy pequeño y nunca llegaron a hablar de la vida en pareja con él, no tenían porqué hacerlo, apenas iba a cumplir 9 años cuando fallecieron. Del lado de su familia adoptiva tampoco se presentó esa charla, pero por un motivo diferente. Alfred lo cuidaba mucho, como si fuese su hijo o su nieto pero cuando se trataba de cosas más íntimas, prefería que Bruce se hiciera cargo.

Bruce Wayne podría ser bueno como Batman, Batman podría ser un buen mentor, incluso podría ser un buen padre o al menos trataba de ser uno decente, pero fallaba en muchos aspectos de la paternidad. Más que fallar, los evitaba. Bruce lo entrenó en táctica y en combate, le enseñó a ser un detective y a tener un frio y maduro criterio, por eso se ahorró esa charla con él, porque esperaba que él fuera capaz de entender la importancia de esa decisión por sí mismo.

No sonaba muy bien para el caballero de la noche pero Dick no se quejaba, después de todo era verdad. Él sabía que vivir con Wally era un asunto serio.

Wally y él llevaban juntos 4 años cuando decidieron vivir juntos en Nueva York, en total tenían 8 años de conocerse, en los cuales los primeros la pasaron como mejores amigos. Para tanto tiempo juntos, ambos ya se conocían perfectamente, eran conscientes de los hábitos y los defectos del otro y los aceptaban.

En realidad su transición a vivir juntos en su propio departamento no fue muy grande, pues a lo largo de su vida compartieron prácticamente el techo por mucho tiempo. Dick ya estaba acostumbrado a que Wally arrojara su ropa sucia al suelo y dejara la leche afuera del refrigerador, así como Wally ya estaba acostumbrado a que dejara la ropa limpia en la lavadora durante días, pues se le olvidaba sacarla, tampoco se molestaba cuando les cortaban la luz porque se le olvidaba pagarla y lo dejaba así durante días porque no le afectaba la oscuridad.

La vida en pareja era un mundo entero, uno que muchas veces es inhabitable. Vivir en pareja te convierte en un colectivo, pasas de ser un ser individual a ser un par y cada decisión que tomes, te afecta tanto a ti como a tu pareja.

Ese aspecto Dick ya lo sabía y estaba seguro que Wally también lo sabía. Ambos lo aceptaban y estaban dispuestos a lidiar con ello, después de todo venían haciéndolo desde el primer día en el que se hicieron pareja.

Sin embargo, en la actualidad ambos chicos se encontraban con la sorpresa de que subestimaron ese aspecto tan importante.

-Entonces... ¿qué has decidido? -.

Wally se sentía pequeño, muy pequeño y eso a su vez lo hacía sentir mediocre.

Es decir ¿de verdad se sentía intimidado por su profesor guía?

El chico más rápido del mundo, el que peleó con los más terribles, ruines y malvados villanos desde los 12, quien ayudó a salvar al planeta entero con sus amigos cuando apenas tenía 16 años, el discípulo de Flash.

One Life With Bird and a Flash Tomo II - BirdFlash - DCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora