Introducción

200 54 16
                                    


¿Alguna vez han visto una película en la que el protagonista tiene una bomba en sus manos y en el momento menos esperado empieza el conteo regresivo?

Empiezan esos minutos y segundos a contar mientras la desesperación te va consumiendo porque no sabes qué hacer con una bomba que está a punto de explotar y acabar con todo lo que conoces y amas.

Es un momento en que sientes cada latido de tu corazón retumbando en tus oídos, sientes que no tienes control de tus manos que empiezan a temblar, sientes una gota de sudor saliendo de los poros de tu frente bajando con tanta urgencia hasta tu boca donde sientes un sabor amargamente salado que lo que hace es darte más desesperación tratando de buscar la manera y la solución de cómo salir de ese embrollo.

Sientes cada músculo de tu cuerpo tensándose y el corazón a una velocidad peligrosamente descabellada a punto de salir disparado de tu pecho. Sientes que cada segundo se te hace más difícil respirar y justo en ese momento cuando ese cronómetro se detiene en 00:00 esperas que tu vida acabe. Pero no sucede nada.

Esperas un estruendo fuerte y desgarrador, pero nada acontece. Solo escuchas el sonido del silencio

Hoy te vengo a contar sobre la historia de una joven que sintió algo parecido a esto. Su nombre era Isabela.

Destino InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora