Destino Inesperado

Capítulo 4: Yo no tengo suerte

Ese día me había levantado más nerviosa de lo normal, y quién podía culparme si unas cuantas horas antes había hablado con Jayden. Me sentía rebelde y maleante, pero también vulnerable y avergonzada.

Tengo que admitir que luego de la conversación sana y constructiva que tuvimos pueees, digamos que no pude resistirme y le volví a escribir a lo que él me contestó de inmediato. (Adelanto, eso fue pésimo para mis nervios y hormonas.)

En mi defensa no me podía quedar de brazos cruzados después de que él me hubiera llamado “niña buena”. Eso sí que es un insulto a mi orgullo.

Amiga lamento decirte que nada te da excusa para lo que hicieron.

Ehhhh, nadie te ha llamado.

Esa es la magia de ser tu conciencia, no necesito que me llames.

El punto es…que bueno, estaba un poco nerviosa por verlo de frente después de esa mmm conversación.

Corrección BASTANTE nerviosa.

Exacto, BASTANTE nerviosa.

¿Sabes?, no me gusta que coincidamos.

Qué pena.

Bueno, volviendo a la realidad, el lado positivo de la situación era que él siempre llegaba tarde y no lo veía hasta que entrabamos al salón después de unos 15 minutos.

Pero claro, como mi suerte se la robaron cuando nací todo podía pasar.

Me preparé deprisa para poder salir un poquito más temprano para desayunar con Jordanny y salí de mi casa a eso de las 7:28 y llegué a la escuela como a eso de la 7:36.

Jordanny ya me estaba esperando en una de las mesas del lobby observando disimuladamente a “Harry Potter”, un chico de duodécimo grado que tenía un ligero parecido a Harry Potter que le intrigaba a Jordanny.

-Wepiss, ¿qué haces?

-Admirando la naturaleza en todo su esplendor.

-Tú siempre tan sincera.

-De qué me sirve negarlo si total, nadie se va a enterar.

-Buuenoo.

-Sshh calla, que viene por ahí.

……….

-Creo que me ha mirado.

-Sí, y yo creo que se van a casar.

-Burra.

-Rata.

-Zarigüeya.

-Siracha barata.

-Mayonesa expirada.

Y luego de un silencio explotamos en risas.

- ¿Sabes? me gustó eso de llamarte mayonesa expirada, te voy a guardar así en el teléfono.

-Sí yo también jajaja.

-Bueno basta de tanto amor y vamos a comer comida, porque ya me jarté de otra cosa. -me mira pícara.

-Pecadora.

-Futurística.

Nos empezamos a mover hacia el comedor tras bastidores porque había mucha gente en el lobby. Después de empujar a unas cuantas personas por fin llegamos al comedor el cual, como siempre, estaba vacío. Solo nosotras íbamos a esa hora. Cogimos nuestros platos de foam con la avena suculenta y queso adentro y nos apresuramos a sentarnos en unas de las mesas más cercanas.

Empezamos a hablar sobre los trabajos acumulados que teníamos de diferentes clases y sobre las rupturas de relaciones de algunos estudiantes.

-Acho ¿y te acuerdas de “Papá Vampiro”?