Mientras tanto fuera del armario…
Carlos
No pude evitar notar que Jordanny estaba muy tensa y rara desde que salí con Isabela. Ni siquiera me miraba. Cualquiera diría que estaba celosa, pero... ¿Jordanny, celosa? ¿De mí? ¡¡JAJAJA por favor!! Eso era imposible, ella era como una piedra, una muy bonita piedra, pero no le quita que sea una piedra.
Si tan solo ella supiera lo que yo siento realmente, pero tengo mucho miedo de que ella no sienta lo mismo por mí. Después de todo ella merece mucho más.
Nos paramos del suelo y decidí romper el silencio:
- ¿Está todo bien? -le pregunté nervioso.
- Mm-hmm. -dijo sin siquiera alzar la mirada hacia mí.
Ayúdame, Señor con ella. ¿Por qué las mujeres tenían que ser tan complicadas?
-Jordanny, por favor, ¿me puedes mirar? -ya me estaba empezando a agotar la paciencia.
- No me da la gana de mirarte Carlos. -dijo la muy hermosa criatura del señor Jesucristo que me dan ganas de ahorcar en estos momentos.
- ¿Se puede saber qué te pasa Jordanny? Ni siquiera me puedes mirar a los ojos.
- Ya te dije que no me pasa nada, Carlos ¿Sí? Déjame en paz y cierra tu bonita boquita por una vez en tu vida. -dijo en un tono frustrante.
¿Espera, acaba de decir “bonita boquita”?
Lo dijo mi santo, REACCIONA.
¿Mierda, qué digo ahora?
LO QUE SEA, PERO AVANZA.
Me le quedé mirando cómo un tonto enamorado.
- ¿Carlos? -dijo ella.
Reaccioné cuando la escuché.
- Dale, te haré caso. Me quedaré callado. -dije con una sonrisa maliciosa.
- ¿Okey? -dijo mirándome extrañamente.
Ella sabía que no era tan fácil quedarme callado y tenía razón, no lo haría.
-Pero antes... te quiero hacer una pregunta. -me acerqué a ella con una mirada juguetona.
- Dime, Carlos. – volteó los ojos.
- ¿Piensas que mi boca es bonita, Jordanny? -dije enarcado una ceja.
Y me sonrió, ella nunca sonríe. Dios mío, va a sacar un cuchillo, me lo va a espetar, soy muy joven para morir...
- Carlos, Carlos, Carlos… -dijo ella con una sonrisa malévola.
- ¿Sí? -contesté con los nervios de punta.
¿A dónde se fueron tus agallas?
Se evaporaron.
- Cierra los ojos.
- ¿Qu... e- dije casi sin voz.
- Que cierres los ojos, Carlos. Ahora. – repitió con un tono meloso.
HAZLO O MORIRAS, IDIOTA
Cerré los ojos...
-Bien, ya está. -dije tratando de sonar seguro.
-Okey, Carlos. -escuché sus pasos alejándose.
- Y ahora q...
¡¡¡No pude terminar porque la loca, bueno no, LA DEMENTE de Jordanny empezó a tirarme cosas!!!
- ¡JORDANNY! -le grité.
¡BOOM!
ME TIRÓ UN LIBRO.
- ¡CHICA, PARA! -grité aún más fuerte.
ME TIRÓ UNA REGLA.
- ¡NO CARLOS, NO TIENES UNA BONITA BOQUITA! -dijo riéndose como una sociópata.
- ¡PARAAA YAA!
Me tiró una LIBRETA, una pobre libreta.
Tenía que hacer que se detuviera, así que me acerqué a ella y esquivando todo la tomé por la cintura y me la eché al hombro como un saco de papas.
-CARLOS SUÉLTAME. -dijo ella dándome golpes en la espalda.
-PUES CÁLMATE, LOCA. -dije dejándola sentada en una de las mesas, pero sin soltarla.
- NO QUIERO CALMARME, YA TE DIJE QUE NO TIENES UNA BOQUITA BONIT...
-Pero tú sí la tienes Jordanny. -Dije sin pensarlo.
Justo cuando lo dije se calló y dejó de moverse en mis brazos. Solo pude pensar una cosa...
La cagué.
-Carl... -se calló cuando Isabela salió del armario más roja que un tomate.
¿Qué pasó allá dentro y qué me iba a decir Jordanny antes que nos interrumpieran?
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Destino Inesperado
Novela JuvenilUna chica que lleva enamorada de él hace tres años. Él, un chico que todos piensan que es el típico joven que no siente nada por nadie, empieza a sentir cosas por primera vez en su vida. Todo parecía ser perfecto... ¿Pero será eso lo que quiere el...
