Capítulo 14: Una llegada inesperada

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Ileana

Bueno llegué yo y qué pasó.

Para los que se preguntan quién rayos soy yo, pues mis pequeños grillos me llamo Ileana. Soy una de las amigas de Isabela y estudié en una escuela de intercambio por unos nueve meses, pero bueno, ya se me acabó el tiempito así que voy a volver. Sí, así mismo como lo escucharon. Voy a volver a mi escuela. Y traigo a alguien conmigo que espero que les guste a mis amigas. Y nada, creo que eso es todo. Nos vemos mis preciosidades. Y no olviden tomar awita.

Christian

Me llamo Christian. Soy uno de los primos lejanos de Ileana y soy algo parecido a ella. Ella es muy enérgica y siempre está haciendo algo loco o mortal. Es especial de verdad. Y yo, digamos que le suelo seguir la corriente.

 Vivía en el extranjero cuando Ileana me llamó y me dijo que iba a vivir una temporada en mi país. Yo obviamente le ofrecí las puertas de mi casa y ella muy satisfecha aceptó. Llevábamos nueves meses juntos, con las peleas y discusiones, pero también con las fiestas y las resacas. Cuando su tiempo allá se acabó y tenía que volver a su ciudad natal ella me lo dijo y me invitó a ir con ella.

-Dale, chico. Ven conmigo.

-Pero es que para qué yo necesito ir contigo.

- Qué se yo, para que socialices, o algo así.

-Estoy bien aquí.

-No, no lo estás.

-Ileana, cuál es la verdadera razón por la que quieres que vaya contigo. -dije enarcándole mi ceja derecha que tenía una raya en la mitad.

-Bueno... no es que hay una razón especifica…

-Ileana.

-Buenooo, pues porque aquí no tienes pareja.

-No necesito.

-Claro que necesitas, llevo aquí nueve meses Christian, nueve…

-Lo sé.

-…y en ningún momento te he visto con novia o en algo serio.

-No me gustan las cosas serias.

-Pues eso va a cambiar.

-Que no.

-Que sí y punto. Vas a venir conmigo.

 Yo di un largo suspiro porque estaba algo cansado por la fiesta en la que habíamos estado ayer

-Supongamos que lo estoy considerando, trata de convencerme.

-...Tengo amigas que te podr…

-No quiero novia, Ileana.

-Pues qué se yo. Allá la cerveza es mejor, o puedes ir a una discoteca a cualquier hora.

-Aquí también.

-Christian, por el amor a Dios, solo ven.

 Lo pensé por un momento, la realidad era que hacía tiempo que quería viajar y cambiar de aire por un tiempo. Tal vez aceptara la invitación forzosa de Ileana. Quién sabe, tal vez terminaba con una novia de verdad…

Naah, no lo creo.

-Bien, iré contigo.

- ¡Sí!

-Pero solo por una temporada y tú tendrás que pagarme el pasaje.

  Ella lo consideró un poco haciendo cálculos en su mente y luego me estrechó la mano.

-Bien, no podré ir a la discoteca un par de días para ahorra dinero, pero lo acepto.

 Y ahora, gracias a Ileana, voy de camino a su ciudad natal, a su escuela y a meterme en su vida. Justo como ella lo hizo conmigo.

¿Qué podría salir mal?

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