¿Te arrepientes? #1

Capítulo 2

James Hamilton

Salí de la oficina de mi padre aún un poco perturbado por lo que acababa de hacer. Sentí la mirada de todos mis amigos, también la de mi hermano y mi cuñada que se habían acercado a ellos apenas salí. Caminé hasta las ocho personas que me esperaban y el primero en hablar fue Hache.

—¿Qué pasó?

—¿Qué quería papá, James?

—¿Tan mala es la misión? —Ben hizo una mueca al decir eso.

—No, no es eso... —murmuré y puse la foto en mi escritorio. No sabía muy bien que decir al respecto, aún estaba procesando todo.

—¿Analú? —Diya tomó la foto sorprendida y se la mostró a Emily.

—¿Cuándo volvió? —preguntó sin dejar de ver la foto.

—Dos meses después de la muerte de su hermana.

Levanté la vista hacia ella. ¿Cómo demonios es que ella sabía eso? ¿Acaso ya sabía que se encontraba aquí y no me dijo nada?

—¿Cómo sabes eso, Maia? —pregunté molesto.

Sé que Maia suele ocultar y decir las cosas que le conviene. Ella es una maldita manipuladora que sabe cómo tener a todos en la palma de su mano, es por eso que siempre me mantenía alerta y cuidaba muy bien lo que yo hacía para no darle el privilegio de tenerme como uno de sus títeres.

—Me la encontré hace dos años y me dijo.

—¡¿Y me puedes decir por qué demonios no me dijiste nada?!

—No le grites a Maia —la defendió Emir.

Mi tonto amigo perdidamente enamorado de ella.

—¿No te das cuenta de la información que ocultó? —le reproché.

—Calma, James —mi mejor amigo se acercó a mí para tranquilizarme.

Todos saben que mi temperamento no es el mejor, suelo perder la paciencia en poco tiempo y enojarme con gran facilidad. Es por eso que todos ellos (bueno casi todos) buscan las palabras correctas antes de decirme algo que probablemente me haga enojar.

—¿Y si ella se lo pidió? —Gabriel lanzó la pregunta al aire, pero era más para Maia, le estaba dando la oportunidad de defenderse por lo que había hecho.

—Esto era lo que justamente no quería papá —alcancé a escuchar el murmullo de mi hermano que decidí pasar por alto.

—Pero Gabriel tiene razón, James. —La voz que no esperaba escuchar, la de mi cuñada—. Analú también me pidió no decir nada.

—¿Lo sabías, Gema? —le preguntó mi hermano sorprendido.

—Veo que también sabes que no está sola.

—Sí.

Las miré a las dos confundido, a decir verdad, todos excepto ellas dos estamos confundidos. ¿Cómo que no está sola?

—¿De qué hablan? —pregunté firme.

—Será mejor que lo descubras por ti mismo. —Me dio una de sus típicas sonrisas de superioridad. A veces me pregunto por qué aún es mi amiga—. Pero dinos James, ¿en qué problema se metió ahora Analú?

—Con Edmon.

—¡¿Qué?! —dijeron todas las chicas.

—Debes dejar la misión, te hará daño revivir tantas cosas. —El primero en hablar fue mi hermano.

—Tú tampoco podrías tomarla si dices que esa es la razón por la cual debo dejarla —le reproché.

—James —esta vez habló Hache—, no será bueno si están involucrados el asesino y la hermana de Lara.