Segunda temporada de Niñera de 5 Seconds Of Summer.
Ellos siguieron sus sueños, dejando el amor de lado.
Diferentes lugares, pero encontrándose por circunstancias del destino.
Intentando superar ese amor adolescente con otras personas.
Amándose en s...
Caminé cansada hasta la sala y me reí cuando lo vi en el sillón.
—¿Por qué siempre hablamos a los gritos?
—No tengo idea—contestó y besó mi frente—, tienes un mensaje en la contestadora.
—¿De quién?
—Tu madre.
—¿Mamá? ¿Lo escuchaste?
Dylan asintió y se fue a la cocina dándome ciertamente privacidad. Caminé con desconfianza a la contestadora y presioné el botón rojo que parpadea.
Tiene un mensaje, recibido a las 9 y 23 minutos.
Miré el reloj de pared, 13.40. Mierda.
Louise, sé que te sonará extraño que te llame pero cariño tenemos que hablar sobre tu padre. Sé que no quieres saber nada de él pero es necesario. Por favor Louise, dame la oportunidad de verte, hoy a las cinco en la fuente del Central Park. Es urgente y, grave. Hablemos, y luego tomas una decisión. Te quiero hija, cuídate.
El departamento estaba en silencio cuando la voz de mi madre dejó de hablar, suspiré angustiada. ¿Qué está ocurriendo? Claramente no se la oía bien, no tenía ese tono dulce y parecía asustada, triste. Y por un momento creí lo peor pero era imposible, me hubiera enterado. Miré a Dylan que me miraba expectante desde la isla de la cocina.
—¿Irás cierto?
—Quiero saber que ocurre.
Se acercó caminando hasta mí y me abrazó para luego apoyar su cabeza sobre la mía.
—Solo, ten cuidado y escucha con calma. Luego se buscará una solución al problema.
—¿Y si no la hay?
—Se deja pasar al problema y se arreglan los pedazos rotos para continuar.
—¿Por qué no fuiste psicólogo? Sabes aconsejar, y escuchar...
—Mandaría a todos a la mierda Lou y lo sabes. ¿Qué prefieres? ¿Salir a almorzar o comer aquí?
—Aquí, realmente estoy cansada para salir.
Luego de preparar juntos el almuerzo me fui a mi habitación para recuperar algunas horas de sueño perdidas.
—¿Lou?
—¿Qué?
—Voy a salir, ¿Necesitas algo de camino?
—Toallas higiénicas.
—Estás demente, no. Ni loco, me voy. No te vuelvas a dormir o no llegarás con tu madre, suerte.
—Gracias Dylan.
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